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COMENTARIOS RADIOFÓNICOS EN COPE-ASTORCrA gelio es bien explícito: "Por el alimento que permanece y da vida eterna". Eterno es lo profundo, lo auténtico, opuesto a lo superfi– cial y falso. El hombre de fe busca dar sentido definitivo a todo lo que hace, piensa y habla; busca comprenderse a sí mismo, situarse de modo estable frente al prójimo y frente a Dios; busca realizarse asimilando los valores que Jesús transmite como auténtico envi– ado del Padre: "Yo soy el pan de la vida; quien viene a mí, no ten– drá más hambre, y quien cree en mí, no tendrá jamas sed". Entrar en comunión con Cristo significa resolver el enigma de la vida, poseer la fuerza que impulsa, transforma y serena. Este modo peculiar de vivir en el tiempo que nos ofrece Jesús, nos fuerza a trabajar seriamente en el mundo, asimilando y promocionando los valores de nuestra cultura milenaria, las conquistas de mundo téc– nico y científico. La sociedad en que vivimos necesita el trabajo del creyente, porque las máquinas, la ciencia sofisticada y aluci– nante, los lingotes de oro han dado al hombre muchas alegrías, pero no la Alegría, no le han dado "Eso" que desde siempre la humanidad busca, porque falta la fe que da sentido y orienta, el amor que arde y quema, la caridad que libera y salva" .La fe en Jesucristo, lejos de crear desertores de la vida expresa una doble fidelidad: a Dios y al hombre, al Reino y a la historia. "La fe ver– dadera no deja nunca las cosas como están: o desplaza las mon– tañas o transforma las personas. No hay razón para que se despla– cen las montañas, pero el hombre de fe sabe que cada acontecimiento, cada acto es una afirmación de progreso y de vida"; porque todo tiene sentido en Cristo y por Cristo. Décimo noveno domingo del tiempo ordinario (Jn 6, 41-51) "¿No es éste Jesús, el hijo de José, cuyos padres conocemos bien? ¿Cómo ahora dice: he bajado del cielo? Una vez más el evangelio enfrenta al hombre con el escalofriante e ineludible 149

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