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COMENTARIOS RADIOFÓNICOS EN COPE-ASTORCi-A dios en las naciones ricas? Cada comunidad debe revisar su forma de vida, sus objetivos, su manera de vivir y de relacionarse, su preocupación por los demás, para hacer de esta página evangélica lo que desde el principio fue: la gran norma de convivencia y de la evangelización. Como escribe M. Federico Sciacca, "No basta con que yo considere los seres del universo y los vea, y viéndolos, perciba su belleza; es preciso que me sienta parte de ellos, que su vida casi me sea común, en una relación constante de interdepen– dencia, que los respete, sean ellos como sean; que los estime, cada uno en su escalafón de ser, ya sea la brizna de hierba, ya el hom– bre; que los ame. Es el sentimiento cósmico: solidaridad con el universo". Décimo sexto domingo del tiempo ordinario (Me 6, 30-34) Cuatro breves versículos componen el evangelio de este domingo. Cuatro versículos que apenas se ven por la sombra que les hace el relato deslumbrante de la multiplicación de los panes que viene a continuación. Sin embargo, este pequeño evangelio tiene una importancia extraordinaria en la vida del creyente. Los apóstoles se reúnen con Jesús para informarle sobre lo que han hecho y predicado. Como premio a su trabajo Jesús les invita, dirí– amos en términos modernos, a pasar un fin de semana en el campo, pues entre tanta gente apenas tienen tiempo para comer: "Venid vosotros solos a un lugar solitario y descansad un poco". Jesús se aparta frecuentemente de la multitud para serenar su espí– ritu, para encontrarse a sí mismo, para orar al Padre. Fuente de energía y de vida, el silencio es creativo, en la soledad el alma se recrea, adquiere nuevos motivos, nuevas formas para la acción. En el silencio el creyente recompone y ordena las imágenes reci– bidas, percibe y se impregna de la fuerza del Espíritu que orienta, transforma e impulsa a la acción. "Venid vosotros solos a un lugar 145