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COMENTARIOS RADIOFÓNICOS EN COPE-ASTORG-A hacen una lectura más teológica, más reflexiva y consciente de la manera de actuar de Jesús. Dicen: "Expulsa a los demonios con el poder del príncipe de los demonios". Con ello intentan decir que Jesús es un aliado del mal, que obra por obscuros intereses, que solivianta al pueblo; es un exorcista que con sus poderes ocultos y demoníacos embauca a los hombres timoratos para alterar el orden y la paz. Durante siglos y siglos se viene repitiendo idéntica patraña contra los profetas bíblicos, tanto judíos como cristianos: "Jeroboam, rey de Israel, destierra al valiente profeta Amós: "Márchate, vidente, huye al país de Judá. Ve a predicar a tu tierra y a ganarte la vida haciendo de profeta. Este santuario de Betel pertenece al rey; es un templo nacional y no seguirás predicando en este lugar"(Amós 7, 10, 12). Merece destacarse la vida y la obra de Jeremías, el profeta angustiado y perseguido ; no sólo es testigo del proyecto divino con su palabra firme e insobornable, sino sobre todo con su vida entera. Jeremías es una paradoja viviente: vive, podemos decir, en una permanente esquizofrenia: nadie ha sentido un amor tan intenso y sacrificado por su pueblo, y nadie como él ha vivido tan alejado, falto de comunicación y soli– tario a causa de la ingrata misión que le fue confiad: "Me has seducido Yahvé, y me he dejado arrastrar por ti ... Por anunciar tu palabra, he pasado a ser objeto de mofa y de burla cada día" (Jr 20, 7s). Cuando los hombres de bien hablan, las voces de los "poderes fácticos" se aúnan para sofocar esta palabra liberadora, intentando recluirla en los estrechos e impermeables muros de las sacristías. Éstos son los que "blasfeman contra el Espíritu Santo", porque rechazan la verdad "con los ojos abiertos", un rechazo consciente y voluntario de la luz. Frente al escalofriante "eslogan" de muchos, "no existe más que uno mismo", Jesús afirma el otro lema más ifüsionante, "existe el Otro, el Dios vivo."Y al Dios vivo se le encuentra en el círculo de los que siguen a Jesús: "El que cumple la voluntad de Dios, ése es mi hermano y mi hermana y mi 137