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COMENTARIOS RADIOFÓNICOS EN COPE-ASTORG-A del Maestro. En medio de un mundo atormentado, nervioso, agi– tado por las prisas y los miedos, el creyente ha de recogerse para impregnarse de la fuerza del Espíritu, para oír la voz de Dios que lo llama a la acción viva y creativa. A pesar de todo hay razones para el optimismo y la esperanza. A cada uno de nosotros Jesús nos dice con insistencia: De vez en cuando detente, aunque sólo sea un instante. Dios tiene algo que decirte, quiere hablarte. Hoy más que nunca el hombre sin rumbo y afligido tiene necesidad de echarse en brazos del Padre, fiarse de su amor, creer sin condicio– nes en su amor, como el hijo pródigo. Lo que libera, lo único que puede liberar al hombre de su angustia, de su desamparo es que tome conciencia de que Dios lo considera verdaderamente como su propio hijo. La curación de la suegra de Pedro es más amplia, más detallista en Marcos y Lucas; sin embargo, en Mateo desapa– recen todos los detalles de la crónica y todos los personajes. Solamente quedan Jesús y la enferma. Una sola cosa interesa: la curación es obra de Cristo y la mujer es curada para "servirle"; en Marcos y Lucas se dice: "y se"puso a servirles". Así se completa la idea de servicio que prevalece en todos los relatos: todo servicio en la Iglesia es servicio a Cristo y en él y por él a todos los miem– bros de la comunidad. Sexto domingo del tiempo o:rdina:rio (Me 1, 40-45) El relato de la curación del leproso bordea los limites del absurdo y de lo subversivo, desde el punto de vista sociológico y religioso. Tanto el leproso como Jesús, dos personas que en la nomenclatura judía carecen de relieve alguno, realizan un corte decisivo en los planes de Dios. Un nuevo mundo, un orden nuevo se inaugura con la actuación de Jesús en la persona de un execra– ble leproso: Jesús toca a un intocable, su mensaje raya en cada 111

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