BCCCAP00000000000000000000728

COMENTARIOS RADIOFÓNICOS EN COPE-ASTORC¡-A Cuarto domingo de Adviento ( Le 1, 26-36). Imposible desentrañar en un breve comentario el inabarcable con– tenido de este pasaje encantador y fascinante. Con elementos tomados de la tradición bíblica, el evangelista escenifica y sensi– biliza una experiencia íntima, vivida por una doncella humilde y sencilla en la aldea de Nazaret. El arcángel Gabriel, el mediador misterioso y célebre del cielo, llega a casa de una doncella, de una virgen morena. Según la costumbre sólo se saluda al jefe de fami– lia, por eso María se turba al aparecer el mensajero del cielo: "Dios te salve, llena de gracia, el Señor está contigo". Y esta tur– bación crece cuando el ángel despliega ante ella el inaudito conte– nido de su mensaje: "No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios, y concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús". La riqueza de este nombre la describe San Pedro en su discurso a los ciudadanos de Jerusalén: el mundo adquiere y adquirirá su salvación, hallará el norte de su vida, a través de este nombre, que se pronuncia sencillamente así: Jesucristo. María no se comporta pasivamente, como no es pasiva la tierra cuando produce el verde de los campos y los frutos de los árboles: "Yo soy la esclava, la servidora del Señor, que se haga en mí todo lo que has dicho". María dice y hace un sí a Dios. El Salvador, el Hijo de Dios, el nuevo hombre brota de la mujer en su cabal encarnación. Pero brota fertilizada por el Espíritu de Dios. La humanidad y Dios se unen en perfecto matrimonio para engen– drar el hombre nuevo. El mensajero divino se retira. La carne purísima de María se conmueve y se realiza el portento. El Espíritu de Dios ha pasado como un vasto susurro del árbol estre– mecido por el viento. La primavera de esperanza ha comenzado. Algunos meses todavía y. el prodigio habrá madurado, como esos frutos a la sombra. Esa actitud de María de total disponibilidad y confianza en Dios será, según lo enseñará Jesús, la condición más importante para llegar a Dios, para vivir en su Reino. Esta actitud 101