BCCCAP00000000000000000000726

-Los cambios hay que hacerlos como sea, no im– portan los medios siempre que provoquen la pro– testa o el enfrentamiento con los sistemas estable– cidos injustos. Si no basta con la "denuncia pro– fética" o con la contestación habrá que recurrir a los métodos violentos. Dada la terquedad y el in– movilismo del orden establecido y de las estruc– turas injustas, el recurso a la violencia es total– mente legítimo en grandes zonas de la humani– dad. ¿Qué decir a todo esto? Pues que, desde un punto de vista ortodoxo, es to– talmente inadmisible. Hay grandes valores y, ¿por qué no decirlo con honradez?, grandes aciertos parciales en la teoría "maximalista". Pero, al radicalidarse por exceso, deri– va hacia graves errores. -El "pluralismo teológico" tiene sus límites en la Revelación y en el magisterio auténtico de la Igle– sia. Y ésta nos ha dicho con voz plenamente auto– rizada: 48 "Pluralismo sí, pero bien interpretado, no de– be contradecir la unidad de la Iglesia. No son desconocidos ciertos peligros que sustancial– mente acechan tras el pluralismo cuando no sólo se refiere a /as formas contingentes de la vida religiosa, sino que se lanza a autorizar interpretaciones individuales y arbitrarias del Dogma Católico y erigir en criterio de verdad la mentalidad de la base o a prescindir en el estudio teológico de la tradición auténtica y del Magisterio responsable de la misma Igle– sia". (Pablo VI, 1-Xll-1970)

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz