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EN LO OPINABLE, LIBERTAD Los grandes maestros de filosofía de la historia y de teología nos dan un claro ejemplo de flexibilidad y espíritu democrático, Ellos acuñaron una frase que conserva toda su vigencia: "In dubiis, libertas". En lo opinable, libertad. De este principio incuestionable, llevado a la prác– tica, nacieron los diversos sistemas de filosofía y teo– logía y las diversas escuelas de espiritualidad. Y es que fa libertad de opinión es dinámica y enriquece a las sociedades con una cantidad enorme de aportacio– nes nuevas. La pluriformidad lleva en su germen la di– versificación, la revitalización, la renovatjión, la evo– lución y -con las salvedades precisas- la revolución. El juego de la libertad tiene sus leyes. Y hay que aceptarlas para hacer "juego limpio". La primera ley es respetar la libertad de modo que todos se encuen– tren con el mismo derecho de ejercitarla en el campo del pensamiento, de las opciones, de las decisiones y de las realizaciones. Quiere decir que todo el mundo tiene el mismo derecho a mantener sus ideas y que es– tas no tienen más fuerza que las de las razones que las soportan. Por consiguiente, las ideas son razones, no gritos ni coacción de ninguna clase que heriría la libertad en sus zonas más sensibles. En lo opinable -en ese ancho mundo de perspec- 19