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se acerque a las intenciones y al ejemplo de Je· sús. Lo ideal es partir el pan y repartirlo entre todos y luego pasar el cáliz para que todos be– ban. En grupos minoritarios se consagran el pan y ei vino comunes para comer y beber a discreción. Lo importante es que coman todos y que se re– parta con equidad y justicia. Lo reprochable se– ría que, mientras unos comen abundantemente, otros pasen hambre. La participación en la fracción del pan "compro– mete" al cristiano a una justa distribución de los bienes entre todos los hombres. De donde se de– duce que la Comunión frecuente que no tenga una proyección social no cumple con sus exigen– cias más fundamentales. Es decir, que en reali– dad no es Comunión cristiana. 8. Como lo importante es la "comunión" afectiva y efectiva, se reparte lo que haya más a mano. Si no hay pan y vino se "comulga" con galletas y Coca-Co'la. (Histórico) 138