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habla. de la extrema derecha, del ala izquierda de la derecha y de las derechas a secas. Lo mismo sucede con la izquierda: tiene su a!a extrema en la izquierda y su a:a derecha. ¿Quién puede definir en la práctica los límites y ramificaciones del ala derecha de la iz– quierda y del ala izquierda de la derecha? ¿Hay algún punto tangencial entre ambas ideologías que haga po– sible el diálogo y la colaboración? Por otra parte, la misma "etiquetación" está en función de valores culturales, económicos o sociales. Con ello se re'.ativiza aún más el mismo contenido de las ideologías. No es lo mismo la izquierda francesa que la izquierda americana, pongamos por caso. El partido republicano que históricamente va unido a un proceso revolucionario en algunos países se ha visto supe:-ado en otras zonas por los ambiciosos programas de tipo laboral y social del partido demócrata oponen– te. La conclusión se impone: el pluralismo de opinio– nes es un hecho. Dentro del campo religioso se habla frecuentemente de "progresistas", "integristas" y "centristas". Pero sucede !o que acabamos de anotar respecto a la sociedad pluralista en política: hay un grupo enorme de personas que no caben dentro del esquema y hay que buscar matices nuevos en la eti– quetación. Así se habla de "ultra -progresistas"- en plan peyorativo de "ultras", ala extrema del progresis– mo y de progresistas, a secas, como ala moderada del progresismo. En la derecha nos encontramos también con los "ultras" que son denominados "integristas" y con la línea moderada en que figuran los "conservado– res". El problema se hace mucho más complejo cuando 12