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se escribió en una época distinta, para situacio· nes que no tienen nada que ver con la situación concreta, existencial, del hombre de hoy. La liturgia de la palabra puede consistir en un hecho de vida sacado de la actualidad, leído en la prensa, que exige "ser iluminado" desde las perspectivas de la fe, con la colaboración de to– dos. El celebrante propone el "hecho de vida". Luego se estudia el hecho mediante un proceso sicológico en boga: ver, Juzgar, actuar, comuni– tariamente desde la fe en Jesús. Cada uno es ilu• minado y recibe la luz y la gracia para los de– más. 5. La oración de los fieles sigue la dirección del he– cho de vida y brota espontáneamente de la refle– xión comunitaria. Si el hecho de vida es la "liberación", pues ya se sabe, hay que pedir por la Iglesia ... para que deje su clasismo y su alianza con los poderosos y trabaje por la liberación de los oprimidos. Se pide por los pobres, objeto de explotación; por los que sufren hambre, torturas y marginación, etc. 6. Los ornamentos sagrados son un lastre de triun– falismo que, o no dicen nada por su arcaísmo, o crean confusión o desvinculan de la vida real. La mejor forma de celebrar la Eucaristía vendrá dada por las circunstancias: en traje de calle, vestido de obrero, en traje de dejarte o en baña– dor, da lo mismo. 7. La participación será más expresiva cuando más 137