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la forma más perfecta de bendición con el San– tísimo que -antes o después de la misa- no tiene ya sentido. 2. La celebración se realiza preferentemente fuera del templo porque ha llegado el tiempo de ado– rar a Dios en espíritu y en verdad... El lugar ideal es la casa donde se reúnen los familiares y amigos o los grupos minoritarios "al estilo de la primitiva iglesia". Esto da a la celebración un ambiente de familia y le quita todo lastre de triunfalismo y de espíritu burgués. La montaña y la playa son también lugares favoritos y muy aptos para la Eucaristía. 3. La Eucaristía no puede atarse a un orden rígido porque es la celebración de la fracción del pan, un banquete entre amigos unidos en nombre de Jesús y a una comida de amigos no se lleva el discurso hecho. El banquete eucarístico cobra todo su sentido cuando es un intercambio personal, una comu– nicación comunitaria, una comunión de amigos que se conocen, que se aman y que se "interpe– lan" caritativamente. La participación masiva de gentes que no se conocen y que actúan cada uno por su parte es un "contrasentido", aunque se admita oficialmente. 4. La Eucaristía tiene que ser una "encarnación" en la vida. La misa no se oye, se vive, est~ orde• nada a la vida mediante una traducción en acti– tudes, opciones y testimonio. 136 Por eso, a veces dice más el mensaje de Jos sig– nos de los tiempos que una lectura bíblica que