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eso ha hablado el Papa recordando enérgicamente que la liberación, entendida en cristiano, es primera• mente una liberación del pecado y de sus servidum– bres, no la liberación social ni la lucha clasista entre opresores y oprimidos. "Pero, como sabemos, la palabra "liberación" puede dar lugair a interpretaciones equícovas, cuando se limita al campo económico y pura– mente social, y cuando, para dar pruebas de rapidez y de eficacia, se arma de odio y de violencia y en sus ilusorias esperanzas en tor– no a la lucha sistemática entre los hombres y la revolución apriorística- No es éste el cami– no del Evangelio, no es aquélla la Iglesia ... ". El campo más tentador para la reforma es, posi– blemente, la moral. Senci !lamente, porque es el área que más se entronca con la vida. El pueblo llano que se margina voluntariamente de sistematizaciones de escuela y de discusiones eruditas, se interesa activa– mente por los problemas de la moral porque los siente al vivo y tiene que tomar decisiones personales, con frecuencia comprometidas y comprometedoras. Los progresos en el campo de la moral son evi– dentes: 1. progreso cuantitativo que ha descubierto proble– mas "nuevos" que piden un esclarecimiento cris– tiano. Uno de estos temas más significativos es el tráfico: la carretera cobra sus víctimas con una puntualidad y abundancia que estremecen. Se– gún las estadísticas la mayor parte de los acci– dentes se deben a fallos "humanos". Una moral 119