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RENOVACION TEOLOGICA Y MORAL Los cambios profundos en todos los órdenes de la vida que el Concilio detecta como "signo de los tiempos" no pueden ser marginados por la teología y la moral. Si los cambios afectan a una visión global de la existencia que se ramifica desde la biología has– ta la espiritualidad se comprende en seguida la tre– menda responsabilidad que contrae la religión que as– pira a la totalidad. Desde la teología se iluminan todos los caminos de los hombres. La teología debe dar un sentido último de "totalidad" -al menos como refe– rencia y enraizamiento- al quehacer humano. Las razones últimas de la existencia y del destino del hombre cobran todo su peso específico a la luz de la teología. La tarea más urgente de la teología es des– cubrir al hombre el sentido y la presencia de Dios, ha– cerlo presente en la vida y en las decisiones humanas, l1acer sentir su intervención "providencial" a través de los signos de los tiempos. La teología tiene una fuerza específica para "re– ligar" al hombre con Dios y para fundamentar una pie– dad sólida, robusta y testificante. Dios habla, se des– cubre y se manifiesta amorosamente al hombre que lo escucha con docilidad y lo hambrea con pasión. Es un esfuerzo humilde pero constante y recio del pensa– miento por conocer a Dios, al Dios vivo y verdadero que es la Verdad: "Noverim Te". Del conocimiento teo– logal nace el amor profundo que se transforma en vi– da santa. Hay una simbiosis dinámica entre pensa- 111