BCCCAP00000000000000000000725

dos cómplices de vida, par sagrado, hombre y mujer que se aman: dos de tus hijos, Padre, cuyo linaje poblará la tierra y, desde luego, el cielo. Feliz me siento de testigo. ¡Cuán bien la hiciste, Padre nuestro, esta consagración del pleno amor, amor fecundo, junto aquel otro amor que optó la unicidad de lo absoluto del Dios enamorado. Testigo, sí, y adorador de tu gloria y la gloria de tus hijos. Acaso el hombre no valga para amar, sino para encender la inmensurable llama que la mujer le vela subyugante. Acaso ni hombre ni mujer sepan lo que de Ti mismo, Creador, adviene, amor que atrae y es su propio altar. Ambos descubren tu prodigio un día y entienden suefio, pasión y compromiso. Te adoran y se adoran y su alegría estalla en Sacramento. En tiempo y eternidad funden destino que empieza amor y amor consumará. 90

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz