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64 EL PROTESTANTISMO ANTE LA BIBLIA XVI en los términos siguientes: "Jamás vió el mundo reunidos en un mismo siglo tantos hombres perversos como Lutero, Calvino, Zwinglio, Enrique VIII, etc. El único punto de doctrina err que esta· ban acordes era la inutilidad de las buenas obras, y su vida ofrece una relevante prueba de la sinceridad con que practicaban este prin• cipio (1). El mismo buen sentido nos dice que Dios no puede servirse de hombres perversos para reformar su Iglesia: "por sus frutos los co• naceréis" (San Mateo, VII, 20). Por otra parte: b) ¿dónde están los milagros, los prodigios obra– dos por los fundadores del protestantismo? Lutero y Calvino varias veces intentaron hacer milagros para probar su misión, según ates-· tiguan sus historiadores; pero cada intento resultaba un fracaso/pues no es tan fácil hacer milagros como hacer cismas. Refiere Belarmino (De notis Ecclesiae, cap. XIV) que el segun do de esto seudo-reformadores, Calvino, quiso un dia autorizar sus errores con la resurrección de un muerto. A este fin concertóse con uno de sus secuaces encomendándole el triste papel de fingirse muer to. Así se hizo, pero con tan mal éxito, que, al mandar Calvtno con voz solemne al difunto que se levantara, el muerto de farsa resultó ser muerto de veras con gran descrédito del reformador ante el pue· b~. - . Con razón Erasmo (1467-1536), cé!ebre literato y filósofo halan· dés, se burlaba de ciichos reformadores diciendo con mucha gracia que "todos ellos 1untos eran incapaces de sanar im rnal caballo co– jo" (Hillaire, La Religión demostrada, página 365). Los protestantes, pues, no habiendo dado jamás prueb;:; alguna en favor de su misión extraordinaria, son embajadores sin e ·edencia· les que los acrediten ele enviados por Dios. Y puesto que no han recibido misión ordinaria ni extraordinaria, no son pastores legítimos, son INTRU.SüS: El que no entra por la puerta en el aprisco, rnas sube por otra parte, es ladrón y salteador'; (San Juan, X, 1). Debemos alejarnos de ellos. 1.-Cobbett, Historia de la Reforma Protestante, c. VII. n. 200 (Librería Ref.i– giosa, Barcelona) .-Sobre el principal iniciador de la reforma, véase la obra del. P. De.. nifle: Luther und Luthertum, 2~ edición, Maguncia (Mainz), 1904.

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