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46 EL PROTESTANTISiVIO ANTE LA BIBLIA gobernar (1). Ahora bien: ¿A qué otro Apóstol dijo el Señor lo que a Pedro: Apacienta mis ovejas? Luego, Jesucristo confió realmente y solamente a Pedro el cargo de gobernar toda la Iglesia, cumpliendo así la promesa que antes le había hecho. Y en efecto, después de la Ascensión del Señor, encontramos a Pedro ejerciendo funciones de verdadero Jefe de la Iglesia, y es re– conocido por la misma como tal. Aun antes de la venida del Espíritu Santo, Pedro "se levanta en medio de los hermanos" y propone la elección de un ·nuevo Apóstol que ocupe el lugar de Judas (Hechos, l, 15). El día ele Pentecostés, Pedro es el primero en predicar el Evan– gelio, mientras que en torno suyo los demás Apóstoles guardan silen– cio (Hechos, II, 14). Pedro es el que obra el primer milagro en favor de la naciente Igiesia; está con Juan, pero es él quien hace el milagro (Hechos, III, 6). Cuando la Iglesia, saliendo de los muros de Jerusalén, donde tu– vo su cuna, empieza a extenderse por Samaria y países paganos, Pe– dro desempeña un papel preponderante (Hechos, VIII, 18 y s.; IX, 32 y s.) Pedro es quien recibe del cielo la orden de bautirzar al Cen– turión Cornelio, abriendo con este hecho a los gentiles la puerta de la Iglesia (Hechos X). En el primer concilio de Jerusalén, hay una gran contienda; pero se levanta Pedro y toma la palabra; después de oirle todos se caEan, y se admite su resolución sin oposición alguna (He– chos, XV, 7 y s.) Santiago es encarcelado por Herodes y, a pesar de ser primo ele Jeisús y hermano de Juan, el discípulo amado del Divino Maestro, los fieles no hacen extraordinarios esfuerzos para librarle ele la muerte. En cambio al ser Pedro encarcelado en Agripa, toda la Iglesia se aflige y todos oran por conseguir su libertad (Hechos, XII; 1-.5) El Apóstol San Pablo, después de su. viaje a la Arabia, va a Je– rusalén expresamente para conocer a Pedro y permanece con él quin– ce días (Gálatas, I, 18). Los cuatro Evangelios y los Hechos de los Apóstoles empiezan siempre por Pedro la enumeración de éstos, debiéndose advertir que , Peclro no fué el primero, sino el tercero, en ser llamado a seguir ::. Jesús (San Juan, I, 39-41). San Mateo lo designa expresamente como el primero: "He aquí los nombres de los doce Apóstoles: el primero es Simón, llamado Pedro" (X, 2). "Primero" J:J.O significa aquí algo. exigido por la enumeración, puesto .que los demás Apóstoles no l!e· van numeración alguna que indique el orden (2). Dicha preferencia !-Esta interpretación dada a las palabras de Jesús: "apacienta mis corderos, mis ovejas" es conforme al valor etimológico de uno de los verbos empleados por San Juan en el texto gri¡go, "Apacentar" en el significado de dar alimento, se expresa en griego por el término "Boske". Pero San Juan usa en el verso 16 (cap. XXI) d término "Poi. maine•\ que significa "apacentar con imperio'\ o sea, , cond'tlcir, regir, presidir, Este término es el usado por Homero cuando llama "pastores" a los reyes. 2-EI Nuevo Testamento nos da cuatro veces la lista de los Apóstoles: en San Mateo (X, 2-4); en San Marcos (III, 16-19); en San Lucas (VI,. 14-16) y en los Hechos (I, 13). En ellas varía el orden de todos los Apóstoles, excepto dos: San Pe. dro (que siempre es el primero) y Judas (que siempre es el último). En los Hechos no se hace mención de Judas por haber ya muerto.--Dos veces es designado en los Evangelios el Colegio Apostólico en esta forma: "Pedro y los que con él estaban" (Sa11 Lucas, VIII, 45, y San Marcos. I 36). En una forma parecida es designado también dos veces en los Hechos ele los Apóstoles ocupando siempre Pedro el primer lugar (II, 1.;; V, 29).

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