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EL GOBIERNO DE LA IGLESIA 45 Por consiguiente: a) Pedro es necesario a ia Iglesia como el ci– miento lo es al edificio. Si se suprime a Pedro, la Iglesia se derrum· hará como una casa sin cimientos. b) Aquélla será la verdadera Igle– sia de Cristo; que reconozca a Pedro como piedra fundamental, e:i decir, como jefe supremo. En los idiomas semitas, con el no'mbre de puerta de algima cív,– dad entiéndese la autoridad y poder que preside a dicha ciudad. Así, por ejemplo, se ha llamado Sublim,e Piwrta el supremo gobierno de Turquía. Según esto, aquellas palabras del _Señor "'las puertas del in– fierno no prevalecerán contra ella" significan que el poder del dia– blo nada podrá contra la Iglesia de Cristo, cuya piedra fundamental. es Pedro. 2(),) Jesucristo promete dar a Pedro "las llaves del. reino de lO.<; cielos" (núm. 1). En lenguaje oriental y bíblico, (Isaías XXII. 22; Apocalipsis III, 7) las llaves son el símbolo de la ,autoridad soberana. Luego Pedro ha de tener poder y jurisdicción completa sobre la Igle– sia. Esta promesa la hace so!amente a Pedro para asegurar la unidad de la Iglesia. · 3!!,) Jesucristo añade: 1 "Todo lo que atarás sobre la tierra, etc." (núm. 1). Atar y desatar denotan aquí la facultad ele impone1; atadu– ras morales (leyes, penas) a los fieles y el poder de absolver:os ele ellas. Estos actos judiciales ejercidos por Pedro en la tierra, serán ratificados por Dios en el cielo. · 4:J,) Jesucristo ruega por Pedro para que "su fe no falte" y -:e encarga que sea el "sostén de sus hennanos" (núm. 3). Luego la fe de Pedro no puede caer en el error. De otra manera ¿no sería ineficaz la oración de Cristo? Según esto, Pedro es infalible en todo lo que se refiere a materias de fe, v. gr., en definir si tal o cual verdad ha siclo revelada por Jesucristo. La infalibilidad conferida por Jesucristo a San Pedro aparece má-s de relieve cuando se examinan las palabras del Salvador: "He ahí que Satanás os ha 'pedido para zarandearos co– mo a trigo~ mas yo he rogado por ti para que tu fe no falte". TOdos son impugnados por Satanás, y Jesús solamente ora por nno: por Pedro. ¿Por qué? Evidentemente porque, estando destinado Pedro a ser cabeza de los demás, es suficiente orar por la cabeza. Si la fe de , Pedro no desfallece, }os demás, que vendrán obligados a someterse a Pedro, serán por él confirmados en -!a fe: "Mas t1í.,, convertido ya, confirma a tus hennanos". 5:J,) Finalmente, Jesucristo, después ele su resurrección, confiere a Pedro el Supremo Pontificado o gobierno de sU Iglesia que antes le prometiera, al encargarle de una manera tan solemne "apacentar sus cordero.~ yi sus ovejas" (núm 2), es decir, toda su grey. "Apa– centar" en lenguaje oriental es muchas veces sinónimo de "gol1ee– nar". Así Homero, en varios pasajes del libro 29 de su "Ilíada", lla– ma a los reyes, pastores ele los pueblos. Y en el 29 libro, cap 5, v. 2, de Samuel ,(1) las tribus dicen a David: "El Señor te ha dicho Tú apacentarás a mi pueblo Israel, y tú serás príncipe sobre Israel". También en el encargo ele Jesús a su Apóstol, apacentar equivale a !-En la Vulgata: 2 9 libro de los Reyes.

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