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LA IGLESIA DE JESUCRISTO li/J 25 manidad a través de los siglos. Por la Iglesia, Jesucristo enseña a los hombres el camino de la salvación, bendice a los niños, perdona a los pecadores arrepentidos y ofrece continuamente a Dios el sacrificio de adoración, de expiación, de acción de gracias y de impetración. La Iglesia es el medio escogido por Jesús para d:stribuir a las almas los beneficios de la Redención. j • Consta por el Sagrado Evangelio c(ue Jesucristo Nuestro Señor se propuso fundar en la tierra una sodiedad religiosa distinta de la Sinagoga, a la que llamaba Iglesia (Sah Mateo, XVI, 18, 19). Durante los tres años de su vida ~ública, Jesús fué preparando lis elementos de su Iglesia. De entre 1h multitud de oyentes que le seguían, escogió doce que llamó ApóJtoles (1), a los cuales tuvo si.empre a su lado educándolos con singular cuidado para que fueran los continuadores de su obra (San Mhcos, III, 13-14); San Lucas,, VI, 13; San Juan, XX, 21). 1 Nuestro ,Señor Jesucristo llamaba d su Igles:a "Reino de los Cie– los, Reino de Dios" (San Mateo, III, 2-4-17; XIII, 24-42; XVI, 19; XVIII,. 1 23; XX, 1; XXI, 43; XXII, 2; NXV, 1; San Marcos, IV, 11; San Lucas, IV, 43; IX, 62; X, 9; San Juan, III, 6;j XIX, 36; Hechos, ¡, 3) y la constituyó a manera de una monarquía, de la cual el mismo J esu– cristo es el Rey absoluto invisible y 'Sari. Pedro (y su sucesor el Papa, como demostraremos en el capítulo n¡I) el Rey visible, como Vica– rio de Cristo. Los Obispos, sucesores de los Apóstoles, son como los Gobernadores cie las provincias o departamentos; y los Párrocos son como los Jefes o Presidentes, de los pueblos, nombrados por los Obis., pos para r~girlos espiritualmente en sul nombre. Tal es, en sus líneas?' fundamentales, la organización que el 1 1Salvador dió a su Iglesia. Los miembros de la Iglesia formar¡., pues, dos grupos diferentes, subordinados el uno al otro, por derecho divino; el grupo de los que enseñan y gobiernan (Iglesia docente) 1 y el grupo de los que son en– señados y gobernados (Iglesia discen~¡e). Constituyen la Iglesia do– cente: el Papa y los Obispos, y, por delegación de éstos, los pres– bíteros. A ellos nos referimos cuando decimos: "La Iglesia enseña,. manda y prohibe; la Iglesia es infalib*"· Los fieles que no han ·reci bido órdenes sagradas, cualquiera que j sea su dignidad d poder civil, forman la Iglesia discente, porque no jdan, sino que reciben la ense-· ñanza evangélica. ' · Es conveniente y oportuno notar ia diferencia que hay entre la Religión y la Iglesia, conceptos que milchos suelen confundir. La pa• labra Rel'igión expresa el conjunto d& relaciones que :hay entre el hombre y Dios, y la palabra Iglesia e~presa la sociedad 1 de las perso• nas que practican la Religión. Dice Balmes que las ideas, si han de ~er eficaces y han de influir en las dostumbres, han de vincularse en instituciones (2). Por esto J esucris~o vinculó en la Iglesia la Re• ligión que había enseñado. ¡ Entre la Religión Cristiana y la ~glesia hay relaciones análogas 1 Jlpóstol es palabra de origen griego, ,y duiere decir; legado, envíailo. 1 2 Balmes. El Ptotestantismo comparado con el Catolicismo, Cap. XXX, página 113, (Barcelona, 189 5) .