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20 EL PROTESTANTISilW ANTE LA BIBLIA ducción; Beza, sin embargo, declaró que era en muchos puntos í.m• pía. Beza, entonces, edita una edición más, la cual a su vez fué ta– chada de impiedad por !os Doctores de Basilea. Los predicadores de Ginebra las rechazaron todas por viciosas, y emprendieron una noví• sima traducción; sin embargo, Jacobo I declaró, en la asamblea re• ligiosa de Hamptoncourt, que esta traducción era la más infiel y peor de todas" (1) . Cierto es que hoy día las ediciones protestantes suelen ser más ajustadas al original hebreo y griego; pero, aun cuando llegaran a editar una edición completamente igual a fa nuestra, no les será lí– cito a los fieles leerla sin permiso especial de la autoridad eclesiás– tica. ¿Por qué tanto rigor? 3~ Porque hay absoluta certeza ele que la mayoría ele los lectores no "podrán entender bien el sentido de gran número de textos d.e la Biblia, sin notas que los aclaren y expliquen.-Los protestantes ase– guran que el sagrado texto es tan claro que todos lo pueden enten– der y explicar correctamente. Ya vimos cómo la misma Biblia afirma lo contrario (números 7 y 8); pero aun cuando la Biblia no lo dije– ra, los centenares de sectas que han surgido en el Protestantismo, · cada una de las cuales pretende interpretar mejor que !a~ otras el texto sagrado, vendrían a dar la raizón a la Iglesia Católica. El mis• mo buen sentido nos dice que un pobre obrero o una sencilla coci– nera no podrán interpretar muchos textos de la Biblia sin alguna explicación (2). La dificultad de entenderse la Biblia depende no sólo de la pro• fundidad de su doctrina, sino también de la antigüedad de sus libros. No hay autor antiguo que no tenga pasajes o expresiones difíciles de entender. Homero, Virgilio, Dante, Cervantes, Shakespeare... no se entienden a veces si no es mediante alguna explicación de los es– pecialistas en el idioma, historia y costumbres de su época. Para que se vea cuán sabia y profundamente ha procedido la Iglesia al prohibir la lectura de la Biblia sin notas o comentarios que la expliquen, lean nuestros lectores esta página del inmortal filóso• fo Balmes (1810-1848): .. "Para apreciar en esta parte el desatino con que procede el Pro– testantismo, y la posición falsa y arriesgada en que se ha colocado con respecto al espíritu humano, no es necesario ser teólogo ni cató• lico; basta haber leído la Escritura, aun cuando sea únicamente con ojos de literato o filósofo. Un libro que, encerrando en breve cuadro el extenso espacio de cuatro mil años, y adelaiitándose hasta las pro• fundidades del más !ejano porvenir, comprende el origen y destinos del hombre y del universo; un libro que, tejiendo la historia particu• lar de, un pueblo escogido, abarca en sus narraciones y profecías las 1 Guía segura para conocer la veráaáera Iglesia áe Jesucri,to,, páginas 97-98 (Benziger, Einsiedeln, Suiza, 189 7) . 2 Mr. Tafr,, siendo Presidente de los Estados Unidos, en una, carta abierta dirL gida al Comisionado Federal de Educación. el 1O de Septiembre de 1912, escribía: "No basta para que los niños se formen un concepto de la moral divina que los Directores de nuestras instituciones religiosas les lean diaria.mente artículos de la 'Biblia, libro éste que exige conocimientos especiales y comentarios extensos para apreciarse, no digo yo por muchachos y muchachas inexpertost sino aún por adultos que poseen relativa instrucción y experiencia de las realidades de la vida" (La Estrelta de Panamá, 21 de Abril de 19·25).

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