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EL PROTESTANTISMO AN'l'E LA BIBLIA 177 "Pret~nde Marción que no innovó la regla de la fe, sino que reformó la que estaba adulterada. ¡Oh Cristo, pacientísimo Señor! ¿Es posible que tantos años hayas s4frído el engaño de tu predicación, esperan do que viniese Marción. a socorrerte? (Adversus Marcionem, Lib l, cap. 20). Apropiándose estas palabras del gran apologista, también nosotros podrí&'llos exclamar: "¿ Es posible, pacientísimo Señor, que hayas sufrido ~antOG siglos que tus fieles y tus mártires tuviesen falsa doctrina, esperando que vinieran los nuevos pastores evangé· licos a enseñarnos la verdadera?" ¡La Iglesia reformada! ... ¿No es muy ridícula la presunción del hombre que prE:tende reformar la obra de Dios?... La Iglesia no es una institución hun:ana que necesite ser reformada en el sentido de los protestantes, según los cuales, la Iglesia había incurrido en muchos errores en ma:eria de fe y de doctrina. ¿No dijo Jesucristo: las puertas dél inffarno no prevalecerán contra ella? ... Luego, si realmen• tG la Iglesia necesitara reforma por haber caído en el error, el infier– no ya habrfa pi:evalecido contra ella; y eri este caso deberíamos de· cir: o que Jest:_fristo nos engañó con falsas promesas, o que no ha podido cumplirlas. ¿No sería horrible impiedad decir esto de Nues· tro Señor y Salvador Jesucristo? SEGUNDA.-La Iglesia Cat6lica Apost6lica Romana es la verda dera Iglesia de Jesucristo: 1) Porque :!ree y enseña TODAS las verdades reveladas por Je· sucristo. Nadie podrá señalar una sola verdad enseñada por el Evan• gelio, que no h enseñe igualmente la Iglesia Católica Romana (1). 2) Porque .3U ORIGEN es apostólico; el Sumo Pontífice Pío XI, por una serie nunca interrumpida de Sumos Pontífices, se remonta hasta el Apóstcl San Pedro, primer Obispo de Roma. 3) Porque reconoce por JEFE Y PASTOR SUPREMO AL SU CEiSOR DE SAN PEDRO, a quien dijo Jesucristo: "Tú eres Pedro. y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y a ti te daré las llaves del reino de los cielos" (San Mateo, XVI, 183. "Apacienta mis corderos, apacienta mis ovejas" (San Juan, XXI, 15-17) 1.-EI mismo Lutero reconocía que en la Iglesia Católica se halla el verdadero cristianismo y que cuanto tienen de cristianismo los protestantes lo han tomado de nues– tra Iglesia. En una célebre discusión que tuvo Lutero con Uwinglio en Magbourg sobre la Eucaristía, como este objetara que la presencia real de Cristo bajo las especies sacra. mentales era un dog:na del papismo, aquél le respond,ió: "Si es por esto habrá que negar también la Sagrada Escritura, pues la recibimos del Papa. Reconozco que en el papado hay mucho del verdadero cristianismo, o mejor, TODO EL CRISTIANISMO, y que éste nos vino de allí". "Hoc enim fact(Jf, negare oportet<et totam quoque Scripturam sacram et prae1icandi officium. . Hoc enim totum a Papa babemu.s• .Nos autem fatemur sub Papatu plurtmum esse boni Cbristianismi, imo omne Christianismum, aque etiam illinc ad nos devmisse" (Lutero, OPERA OMNIA, Jena, pág. 408). La madre de id¡elanckton, discípulo de Lutero, había sido inducida por su hijo a apostatar de la Iglesia Católica ,e ingresar en la pretendida Iglesia reformada. Hallándose próxima a morir, mondó llamar a su hijo y le habló de esta manera: "Hijo mío, por. tu consejo dejé la Iglesia Católica para abrazar la nueva religión. Voy a comparecer ante el tribunal de Dios.; y por el mismo Dios te conjuro me digas claramente en qué fe debo morir". Melanckton se quedó pensativo algunos momentos. El amor de hijo luchaba en su corazón con el orgullo de secretario. Por fin respondió ,on estas memorables palabras: "MADR~ MIA, Ll'. DOCTRINA PROTESTANTE ES MM FACIL; LA DOCTRI.. NA CA1 OLICA Eii MAS SEGURA". (Audfo, Vie de Luthet, tomo III, pág. 2 88.) .

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