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. EL CULTO DE LA VIRGEN MARIA Y DE LOS SANTOS 151 llegado mi hora. Dice su madre a ~os que servían: Haced todo lo que El os dirá... Díceles Jesús: Ller:ad de agua estas tinajas... Y el maestresala gustó el agua hecha vino" (,San Juan, II,1-11). Este episodio es muy elocuente. María intercede ante su Hijo en favor de unos recién desposados. Jesús le contesta, al parecer, con desaire; sin duda para llamar más la atención sobre lo que iba a acon– tecer. Pero María no se desalienta; se siente Madre y sabe perfecta– mente que su Hijo nada puede negarle. Y Jesús manifiesta por me– dio de un milagro el poder de María sobre su divino corazón. ·El San- \ to Evangelio hace notar que éste es el primer milagro de Jesús. Y 1 este primer milagro es obtenido por la intercesión de la Virgen Ma– ría. Y lo más admirable es que Jesús, en atención a su Santísima Madre, adelantó la hora de hacer milagros (San Juan, II, 4). Acudamos en nuestras necesidades y tribulaciones a la Santísi– ma Virgen, paa que ella interceda por nosotros ante su Divino Hi· jo, Nuestro Señor Jesucristo. La Inmaculada Concepcjón De propósito hemos dejado para el último lugar de este tratado el estudio del misterio de la Inmacu~ada Concepción de. María, a fin de poder ocuparnos de él más detenidamente. Así lo pedían de con– ¡;,uno nuestro amor a la Santísima Virgen y nuestra condición de hijo de la Orlíen Franciscana, que en todo tiempo ha sido el más esfor• zado adalid de este hermoso privilegio de María. I. EN QUE, CONSISTE ESTE MISTERIO.-Importa ante todo precisar bien en qué consiste el misterio de la Inmaculada Concep– ción, del CU,íll tienen muchos, aun entre los devotos de la Santísima Virgen, ideas no del todo exactas. Creen algunos que "Inmaculada Concepción" quiere decir que la Virgen María nació de una virgen. Esto es un error. El nacer de una virgen es un privilegio exclusive- del Hijo de Dios. Otros entien– den por "Inmaculada Concepción" la perpetua virginidad ele M1.l.ría. Es dogma de fe que la Virgen María fué perpetuamente virgen; pero esta verdad nada tiene que ver con el dogma dé la Inmaculada Con– cepción. "Inmaculada Concepción'' es la exención del pecado original en el instant,e mismo en que el alma de María fué crea.da y unida al butamos a la Sa~tísima ·Virgen María pretenden ver en estas palabras de Jesús algo así como un desprecto o repulsa a su madre. Nada de esto. La palabra hebrea iesá (mu– jer), en labios de un hijo,, es una expresión de respeto y de ternura equivalente a nues. tra palabra "señora". i Señora!..., responde un buen hijo al ser llamado por su madre tanto en esta ocasión debe tomarse la palabra ''mu}er" dirigida por Jesús a su madre: tanto en esta ocasión' como cuando desde la Cruz la encomendó al discípulo amado: "Seiiora, ahí tienes a tu hijo" (San Juan, XIX, 26). . En cuanto a la frase u¿Qué nos va a mí y a ti?n~ algo dura a nuestros oídos, es· un he~)7aism<; frecuen.te ~n la Biblia ,.para expresar que u1~a cosa no es oportuna. ·o que l11ay d1fcrcnc¡a _de cnten_o sobre algun punto determinado. Sn significado especial de– pende d~ las circunstancias de momento (Josué, XXII; 24; San Mateo, XXVII, 19: San Iv:I~rcos;, I, 24; San Lucas, VIII, 28, etc.) En el caso presente, equivale a esta cxpre::.1on: Esto n::> es co~3 nuestra; no nos incumbe a nosotros".

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