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1,.14 EL PROTESTANTISMO ANTE LA BIBLIA pues, era ten'ido :por hijo único ele María. 2) Los "hermanos de Je• sús" en ningún lugar del Nuevo Testamento son llamados hijos de María. Este último solamente se da a Jesús. María no tiene otro nom– hre en el Evangelio que el de "matlre de Jesús": "Estaba allí la rnadrc de Jesús", dice San Juan hablando de las bodas de Caná (II, 1-3). Según los Heohos de los Apóstoles hallábanse éstos en el Cenáculo de Jerusalén después de ia Ascensión del Señor con "María, la l..ia– dre ele Jesús, y con sus hermanos" (I, 1'1). Obsérvese cómo el histo– riador sagrado no dice que los hermanos de Jesús fueran "hijos de IVIaría" como el mismo Jesús. 3) Si María hubiera tenido otros hijos ¿no es natural que Jesús, al morir, les recomendara su madre? En este caso, sería verdaderamente incomprensible que la dejara enco• mendada a San Juan (XIX, 26, 27) y no a alguno de sus hermanos, a no ser que prefiera suponer que los· hermanos del Hijo ele Dios, los hijos ele la más santa ele las mujeres (San Lucas, I, 28), eran seres miserables y desnaturalizados, inclignos ele que se les confiara el cui– dado ele su madre (1). ¿No sería esto denigrante para el Salvador... ? La manera misma con que el Señor confía su Santísima Madre al cuidado del Discípulo amado: "He aquí el hijo tuyo" (ide o uios sou, San Juan, XIX, 27), etc., indica que Jesús es el único hijo de ::Waría. El artículo griego o ( el) habría sido omitido si María hubiera tenido otros hijos. 4) San Mateo (XII, 55) y San Marcos (VI, 3) citan los nombres de Santiago y de José entre los llamado-3 hermanos de Je sús; y ambos evangelistas dicen que Santiago y José eran hijos de una ele las mujeres que asistieron a la crucifixión del Señor llama• cla María de Cleofás, la cual era hermana (2) de María, Madre de Jesús (San Mateo, XXVII, 56; San Marcos, XV, 40; San Juan, XIX, 25). Ahora bien, si Santiago y Juan, a pesar de ser llamados herma• nos ele Jesús no eran sino prirnos, o parientes suyos, ¿por qué los demás que son también llamados hermanos (lo mismo que las lla– madas hermanas) de Jesús serían, más que ellos, hermanos verclade• ros y carnales clel Salvador... ? De todo lo dicho dedúcese lógicamente que los llamados herma• nos y hermanas ele Jesús no eran sino parientes suyos. Luego, María ele Nazaret no tuvo más hijo que Jesús, concebido y dado a luz so• brenaturalmente; fué, pues, perpetuamente virgen. · María es verdadera Madre de Dios I.-RAZON TEOLOGICA.-Según los textos bíblicos citados al principio, María es madre de Jesús. Pero este Jesús, hijo de María, es personalmente el Hijo de Dios. En efecto. En el Hijo de, Dios hecho hombre hay una sola persona (la Persona diviúa)·, que une en sí las dos naturalezas, clivína y humana; y a esta Persona divina, que une en sí estas dos naturalezas, corresponden los atributos de una y otra. l .--Nótese que, al morir Jesús, vivían todavía los llamados hermanos suyos (He– rhos, I. 14; I Corintios, IX, 5; Gálatas, l, 19). 2.-La palabra hermana" aplicada por San Juan a María de Cleofás respecto de !viada, madre d-e Jesús, es taftlbién interpretable en el sentido de pariente. De este tex– to no puede deducirse que ambas fueses hermanas carnales; podían ser primas o cuñadas.

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