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106 EL PROTESTANTISMO ANTE LA BIBLIA Por la m'isma profunda razón sostenía Marmontel que "no hay medio mejor que la confesión para mantener a la juventud en la pureza de· costumbres" (1). El impío Voltaire ( 1694-1778), cuyo testimonio no puede ser sos– pechoso a los protestantes, escribió en su Dictionnaire philosophique estas palabras, muy dignas de meditarse por ser de quien son: "Hay que reconocer que la confesión es el más poderoso freno para los vicios ocultos... Hacen muy mal los que impugnan tan Galudable 'ins~ titución. Si no existiera sería preciso inventarla" (2). Terminamos esta serie de testimonios a favor de la confesión ve– nidos del campo enemigo, con un fragmento del discurso pronuncia– do en la Univers'idad Católica de ·washington, el 20 de junio de 1912, por William Taft, Presidente entonces de los Estados Unidos: "Jóvenes que acabáis de recibir vuestros grados universitarios, y vais a entrar en la vida positiva, tenéis una ventaja sobre todo gra– duado de una universidad que no es católica: por el solo hecho de vuestra relig'ión poseeis, en común con todos los fieles, el apoyo su– blime de los sacerdotes de la Iglesia. La Iglesia Católica no es sola– mente la soberana educadora del hombre, sino su constante sostén, su ángel guardián; ella está con vosotros a vueGtro nacimiento, guía vuestros primeros años, y los que p::actican esta religión tienen el medio de resolver las dificultades, a veces decisivas, de la existencia, sin recurrir a consejeros sin experiencia, y este medio es la confe– sión de rodillas ante un sacerdote que ha renunciado a toda aspira– ción, a todo interés mundano, y que tiene toda la experiencia psico– lógica para mantener abierto a cada momento, para llevar la luiz a las almas, su gabinete sagrado de consultas. Allí está siempre para aconsejar a Ias familias, evitar imprudencias a las mujeres y a las niñas, hacer volver al hijo pródigo, é•paciguar la cólera del padre y rectificar las ideas falsas, que causan los desórde·nes sociales, políti– cos y económicos". 1.-Marmontel. Mémoires, l. 1 (citado por Bougaud. El Cristianismo y los tiem– p.os presentes, tomo V, cap. VII). 2.-Voltaire, obra citada, art. Catbécbisme du Curé.

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