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b) El sacrificio de Cristo suprime IE>s sacrificios de la ley y junto con ellos la misma ley y sus efectos La muerte de Cristo sustituye a los, sacrificios del A. Testamento. Pues conl:enie,ndo !a ley una sombra de los bienes (!Ue habían de venir, no la. expresión ·real de las cosas, no puede jamás con los mismos sacrificios (!Ue sin c•esar ofrece año tras año·, dar cum– plida perfección a los, (!Ue se llegan; de lo co,nl:rario, ¿no hubiera cesado de ofre·cerse, por no tener ya ninguna conciencia de pe– cado los (!Ue rendían. esl:e cull:o, una. v,ez purificados? Al con±rario con ellos se renueva, el recuerdo de los pecados año :!:ras año. Por– que es imposible que· la ,sangre de :toros y machos cabríos qui_ie los pecados. :Por lo cual al entrar en el mundo dice (Sal 39, 7-9): "Sacri– ficio y ofrenda no quisiste, e:tc..." {Heb 10, 1-5). Y cier:l:o, todo sacerdote es,tá día iras día. desempeñando sus funciones y ofreciendo muchas veces unos mismos sacrificios que no pueden hacer jamás desaparecer los pecados; mas és:te, habien– do ofreddo po·r los, pecados un solo sacrificio de eficacia eferna, se senfó a la dies:lra de Dios... Porque· co,n una. sola oblación ha ,consumado para siempre a los que son santificados (Heb 10, 11-14; Por la muerte de Cristo, que establece la Nueva alianza, la ley mo– saica queda privada de eficacia. Pues lo que er,a imposible a la ley ---por cuanto es.l:aba re– ducida a la impotencia por la carne---, Dios, habiendo enviado a su propio Hijo en semejanza de car.ne de pecado "! como víciima por el pe·cado, condenó al pecado en la carne, para que el ideal de justicia de la ley se realizase plenamente en nosotros, los que caminamos ,no según la carne, sino según el espíritu (Rom 8,3-4; Cfr. Rm, 7,4 ss,: l Pe 1,18-19). Cristo nos rescal:ó de la maldición de la le:, hecho !)Ol' nos– otros objeto de maldición, porque escri:lo está: "Maldito iodo el que está colgado de un palo" (Gal 3,13) (24), e) el sacrificio de la muerte de Cristo nos constituye en estado de sacrificio o de muerte La muerte de Crfa•to tiene un efecto ontológico en los cristianos; los pone en estado de muerte, por el cua1 han roto sus relaciones con el pecado y pueden resucitar a la vida de amor y de amistad con Dios, pasando de este modo a ser hostias agradables a El. Os recomiendo, pues,, hermanos, por las misericordias de Dios, -33

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