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VI ,., Propiedades del sacerdocio de Cristo Al hablar de propiedades queremos significar con este término cier– tas características que dimanan directamente de la esencia concreta de una cosa. Señalemos las tres principales: Santidad, Unicidad, Eternidad. A) santo 1) Por naturaleza Jesucristo es «Santo» esencialmente, es decir, superior, transcen– dente al mundo, por ser el mediador del plan creador y redentor, tal como lo ha querido Dios. Por el hecho de asumir el Verbo una natura– leza humana, ésta queda «santificada», elevada a la perfección divina. 26- a) por ser el hijo de Dios Y respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo descende– rá sobre ,:tí, y el poder del Altísimo te cobijará con su sombra: por lo cual :también lo que nacerá será llamado San:to, Hijo de Dios. (Le 1, 35). Aquí santidad se emplea en sentido objetivo, como sinónimo de "dedicación, conS'agración", etc. Jesucristo es el SANTO, es decir: el "elegido, el consagrado" por el amor del Padre para llevar a cabo toda su obra de creación y redención. Jesucristo es el primer amor, el primer concepto, el primer des– velo paterno. Por El y para El ha creado todo. Si las cosas son bue– nas y "santas", es por la relación que dicen a Cristo. J•eS'ucristo es el Mediador, el gran Pontífice instituído por Dios para representarle a El ante la creación entera y para recibir de El la alabanza y la glorificación externa que se merece. b) por ser el salvador de los hombres Porque :tal Pontífi:ce nos. convenía sin duda a nosotros: santo, inocente, incontaminado, separado de los pecadores y encumbra– do por encima de los cielos; que no tiene necesidad de ofrecer