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CJ'J) erisfo resuc_ilado, nrncliadoo- a6soluio y «/>ieroma» de CJJios Y eso de que "subió», ¿por qué es sino porque descendió pri– mero a Zas partes más bajas de la tierra? El que descendió es el mismo que también subió por encima de todos los cielos, para lle– narlo todo. (Ef. 4,9-10) ... porque en El (Cristo) tuvo a bien Dios que morase toda la plenitud. (Col 1,19) Porque en El (El Cristo) habita toda la plenitud de la -'.le,idacl corporalmente. (Col 2,9) «El cuerpo resucitado -((neumático»- de Cristo puede conside– rarse como el lugar en donde se concentra la potencia santificadora ele la divinidad; y una vez allí se convierte en un foco ele irradiación so– bre el mundo. Es inútil buscar fuera del cuerpo resucitado de Cristo la más pequeña partícula de «sotería»: Dios ha querido hacer de este ·cuerpo «neumático» de Cristo un cow cerrado de potencia d1viniza– dora» (20). e) eristo resucitado «recapiluladon, o glorificador sumo de ClJios Luego ,el fin: cuando hará entrega de su reino ,al Dios y Padre, cuando habrá destruído todo principado y toda potestad y fuerza. Porque es menester que El reine, hasta que haya puesto todos sus enemigos debajo de sus pies. El último enemigo q,ue será destruído es la muerte. Porque «todas las cosas sometió debajo de sus pies». (Sal 8,8) Y al decir que todas las cosas le han sido sometidas, claro e,., que excepto aquél que sometió a El todas las cosas. Y cuanclo ze hubieren siclo sometidas todas las cosas, entonces también el Hijo mismo se somet.erá al que todas las cosas le sometió, para que sea Dios todas las cosas en todos. (1 Co 15,24-28) Cristo, corno Recapitulador de todas las cosas al fin de los tiempos viene a convertirse en el Glorificador sumo ele Dios. Todas las cosas formarán. una gigantesca pirámide en cuya cum– bre Cristo, dominador único, estará ofreciéndose a sí mismo con todo el universo al Padre en un acto perfecto y eterno de alabanza. De esta manera acabará Dios «siendo todo en todos». .. .ya sea Pablo, ya Apolo, ya Cefas, ya sea el mundo, ya la vida, ya Z.a muerte, ya las cosas presentes, ya . las venideras, todo es vues– tro; mas vosotros de Cristo, y Cristo de Dios. ( 1 Co 3,22-23) (20) GoxzALEZ Ru,z, o. c., 376.

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