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V .. amplitud de estas funciones Hemos visto cómo Cristo sacerdote es el Cristo resucítado que ha llevado su sacrificio ante el Padre intercediendo por nosotros y ofrecién– dole una perfecta alabanza. Es decir: cómo Cristo en su Resurrección es Glorficador-Mediador. Pasamos ahora a precisar cuál es la dimensión de estas funciones sacerdotales correspondientes a su condición actual de resucitado. En San Pablo adquieren tal magnitud, que es imposible concebirlas con más alcance. Su amplitud podemos sintetizarla en estos tres puntos: sil) e,isto resucitado esplendor de la gloria de Ci)ios El cual (Cristo) es imagen del Dios invisible (Col 1, 15 a). La cruz supone el máximo dominio de Dios en Cristo hombre que queda anulado en un sí perfecto a Dios. «La santidad, la justicia, y el amor divino invaden de tal manera a Cristo, que éste se ve precisado a. perecer bajo su fuerza. Cristo crucificado significa y realiza el absoluto sometimientc, humano a los designios de Dios» ( 18 ). La Resurrección es la manifestación esplendorosa de este Dios que se había apoderado por completo del Crucificado y quedaba escondido en su Cruz. El que fue constituído Hijo de Dios con ostentación. de poder según el Espíritu de Santidad desde su resurrección de entre los muertos (Rom 1,4). ...para los incrédulos cuyas inteligencias cegó el dios de este siglo para que no columbrasen la esplendorosa irradiacion del Evan-· gelio de la gloria. ele Cristo que es imagen de. Dios... Porque Dio:,,. que dijo: «Del seno de las tinieblas fulgurará la luz», es quien la hiz,o fulgurar en nuestros corazanes, para. que irradiásemos el cono-– cimiento ele. LA GLORIA DE DIOS, QUE REVERBERA EN LA FAZ DE CRISTO JESUS (2 Co 4,4-6). «La imagen de la iluminación evangélica, antes esbozada, recibe aqU:f su perfección. La gloria esplendorosa de Dios era inaccesible a los ojos mortales; pero, reverberando en el rostro de Cristo, hízose accesible» Cl9t El cual (Cristo) siendo irradiación esplendorosa de su gloria y sello de su sustancia, sustentando todas las cosas con la palabra de su poder... (Hebr 1,3). (18) ALEJANDRO DE V1LT.ALMO:-ITE, O. C., 16. ¡19) BovER, o. c., comentario a 2 Co. 4,, 4-6.