BCCCAP00000000000000000000719

«Si se sigue sin prevención la exposición de la carta a los hebreos, Iiay que admitir sin duda que Cristo ejerce en el cielo un verdadero sacerdocio, eterno y activo, pero compati"ble con su estado giorioso (Hebr 7,23-24; 8,1-2). Ya no está de pie en su inmolación, como en el Calvario. Y, sin embargo, su consumación gloriosa inauguró de hecho, en la fuer– za, su sacerdocio según el orden de Melquisedec (Hebr 5,9). Más que nunca es ahora sacerdote; más que nunca irradia su actividad sacerdo– tal. Su glorificación corporal entra en la definición misma de su sacer– docio, no sin duda como vocación y unción primera, sino como expan– sión de su vocación primera y de su primera unción. Su resurrección es la unción pascual de su sacerdocio» (17). a) La resurrección como mediación-glerificación •.•¿quié,n será el que condene? Cris:!:o Jesús, el que m1,1rió ---o más bien el que resuci±ó---, es quien asimismo esl:á a la diestra de Dios y quien además intercede por nosotros (Rom 8,34). Según "Hebreos" el sacrificio de Cristo necesitaba ser presentado ante el Padre, a semejanza de los sacrificios que presentaban los sacerdoteg del A. Testamento en el Tabernáculo. Por disposición de la legislación mosaica el sumo pontífice debía entrar una vez al año en el "Sancta Sanctorum" con la sangre de un macho cabrío para ofrecerla por los pecados propios y los d@l pueblo. Esta figura la dio cumplimiento Cristo al presentar su ~acrificio en el santuario cei.este una vez para siempre. Cristo al morir por nuestros pecados nos purifica de ellos. Al resucitar y ascender al Padre no:, lleva con El, purificados, ante el Padre. La mediación de la cruz alcanza su máximo grado cuando Cristo resucitado intercede por nosotros ante el Padre. Nos propor– ciona entonces plena confianza en nuestra salvación. Al mismo tiempo este sacrificio de Cristo ef:, el perfecto "sacrifi– cium laudis", acto supremo de alabanza que se haya podido tributar a Dios, por el cual Cristo se constituye en su glorificador sumr. Por la Ascensión (Resurrección-Ascensión) Cristo: - ENTRA EN EL SANTUARIO CELESTE El punto capiial sobre lo q:ue vamos diciendo es q:ue fene– mos un Pon:l:ífice fal, que· se sentó a la dies:tra del trono de la Majestad en los cielos, ministros del sanl:uario y del :tabernáculo, verdadero, que erigió el Señor, no el hombre (Heb 8, 1-2}. (!7) DILLENSCHNEIDER, O. c., 65. 22-

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz