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f) Iluminado y ayudado por la gracia: Una vaforaoión positiva del hombre es sólo posible en, y desde la gracia. La estimación de una naturaleza caída es sólo posible desde lo sobrenatural. Toda la teoría del hombre queda definida en San Fran– cisco en este simple binomio: pecador-gracia. La valencia, del hombre se halla, pues, en la grada, ,que no sólo penetra al hombre en sí, sino que inrvade su existencia "peregrinada", iluminándala .providencialmen– te. Dentro y fuera del hombre todo acaba para San Franci:sco en gra– cia. El hombre es nada mientras no se sitúe en y desde el todo de Dios. "Omnipotente, eterno, justo y misericordioso Dios, concede a nosotros, miserables, hacer por Ti lo que sabemos que ,te agrada y desear siempre lo que te ,place, para .que, limpios interiormente e iluminados y encendidos con el fuego del Espíritii Santo, poda– mos seguir las thuellas ,de tu muy amado Hijo Niiestro Señor Jesu– cristo y llegar con sola tu gracia a Ti Altísimo..." (C III, 59.) (13). /,) 12a e,eación Las creaturas, como manifestación de la bondad y belleza divina, son: a) Vestigios de Dios: La creadón es obra del amor de Dios a Cristo y en Cristo a los hombres (C II, 51; EP, c. 12, n. 5). En ella el Creador fue dejando se– ñaJle,s de su bondad y hermosura ,como sello divino y como recuerdo e invitación para los hombres. (SB c. 9, n. 1, 586. J _El espíritu exquisito de San Francis,co capta esa bondad y belleza del mundo, y tlas goza, como un don divino, en su corazón (SB c. 9, n. 1, 586). "Todo lo veía bueno" (2C n. 165, 484). Bien que naturalmente as- 13 Cfr. RI II, 5; IV, 6; V, 7; VII, 9; VII, 10; IX; 11; XI, 12; XVI, 14; XVII, 16; XX, 18-19; XXIII, 23; RII II, 216; J.I, 27; V 23; XU, 32; HE 33; RC 33; T 34; T 35; T 36; C III, 58-59; C IV, 60; F. ,P. I, c. 94-95; X.JI , 184; lC n. &2; EP c. II, n. 23; c. IV, n. 45; ·c. IV, n. 64, 70, 72; c. IX, 100; LTC c. V.JI , n. 79. 24-

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