BCCCAP00000000000000000000718

e) en e,isio La persona de Cristo ocu,pa el centro de la espir1tua[idad de San Francisco, ya que "Jesús bast~ para todo" (RI XXIII, 22). La vida toda de San F1rancisco ,se polariza en torno a la imitación de Cristo, y Cristo pobre y crucificado. Después de dieciocho años viviendo el Evangelio a la letra llegó a ~mitar, mejor, a "rconfarmarse" de tal manera con Cristo, que en el monte Alvernia, el calvario frél!ndscano, quedó, cual otro crucificado, en- tre Dios y ,los hombres. · En el comentario del Padrenues:tiro (atribuído a N. Padre) hay un pasaje que nos pone de manifiesto esta prediJección: San Francisco, recordando que "el pan nuestro de cada día" es "el querido Hijo tuyo y Señor nuestro Jesucristo", termina pidiendo es.te pan, no sólo para nutrirse con él, o ,para goza.r1lo; lo pide tamb:ién para arma•r, para adorar al amor olvidado del Hijo de Dios y su Pasión. (L 66.) Celamo refiere a este propósito un episodio que nos llena de luz: . Caminaba un día Francisco por un sendero, llenando el aire de tiernos sollozos. Un buen hombre, compadecido, le preguntó la cauisa de tal llanto. "Lloro la Pasión de mi Señor Jesucristo ...", respondió Francisco. Eil buen hombre, contagiado "por la fuerza abrasadora de tal .amor", no pudo menos de unir sus lágrimas a las de Pobrecillo. (cfr. EP. c. VII. n. 92, p. 758.) Este amor de San Francisco a Cristo es enteramente. desinteresado. Ama a Cristo por El mismo, por el amor que nos ha mostrado; no por interés propio: '' ... muera por amor de tu amor, ya que por amor de mi amor te dignaste morir". (O. 69.) c/)esucristo es la expresión total y comunlcación de CJJios C'J3ien/JJadre a toda cria– tura, como misterio de amor y de humildad, para su gloria». --' 15

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz