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tor, Salvador, creemos que debe considerarse globalmente ~1 pensa– miento de San Francisco: Pecadores-rediinüdos en Cristo. "Nada, pues, deseemos, nada queramos, nada nos agrade y de– leite sino nuestro Criador y Redentor y Salvador". (RI XXIII, 23.) "El Señor Diios nos crió y nos redimió, y por sola su miseri-' cordia nos salvará". (RI XXIII, 23.) "Dios quiso la ·muerte de su Hijo para rescatarnos del pe– cado". (RI XXIII, 23.) "Tú eres mis:ericordioso Salvador". (SV 67.) "Santísimo Padre nuestro: Criador, Salvador y .Consolador nuestro". (L 65.) e) En la consolación: Con mucha frecuencia llama al Espíritu Santo, Consolador, y pre– dica de Dios un conjunto de atributos que indican la pa~ y consuelo que nuestra alma encuentra en la Bondad divina. 14- Tú eres caridad y amor, Tú eres sabiduría. Tú eres humildad, Tú eres paciencia, Tú eres seguridad. Tú eres quietud, Tú eres gozo y alegría. Tú eres justicia y templanza. . Tú eres todas nuestras riquezas a satisfacción. Tú eres hermosura, Tú eres mansedumbre. Tú eres protector, Tú eres custodio y defensor. Tú eres fortaleza, Tú eres refrigerio. Tú eres esperanza; Tú eres fe nuestra. Tú eres la gran dulcedumbre nuest.ra . Tú eres la vida eterna nuestra, grande y admirable, Señor. Dios omnipotente, misericordioso Salvador. (A. 68; EP. c. 4, n. XLV. 709; T 37; C III, 58; L. 65.)