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62 LOS IDEALES DE SAN FRANCISCO DE ASÍS la enfermedad le impedía acudir a la iglesia, rogaba a un sacerdote que a ser posible, celebrara la Misa para él en la enfermería ( 4 ). Si esto no era posible, se hacía leer del Misal el Evangelio del día y oía espiritualmente la santa Misa. Pues decía: "Si no puedo oír Misa, adoro el cuerpo de Cristo en la meditación con los ojos del espíritu, lo mismo que lo adoro cuando lo veo en la Misa" ( 5 ). Comulgaba con frecuencia y con tanta devoción, que movía a los demás a devoción. Veneraba sobremanera aquel venerable Sacramento y ofrecía el sacrificio de todos sus miembros y después de recibir al Cordero inmaculado, inmolaba su espíritu en aquel fuego que siem– pre ardía en el altar de su corazón" (G). Y San Buenaventura añade: piures fuerint in loco sacerdotes, sit per amoren caritatis alter contentus audita celebratione alterius sacerdotis." Epist. ad Capit. generale; Opuse., ed. BoEHMER, 60; LEMMENs, 104. Francisco dió esta ordenación en atención a la indignidad humana y por temor de que sus Frailes, comulgando o celebrando diariamente vinieran poco a poco a perder el profundo respeto para con el Santísimo Sacramento. Había entonces y también más tarde muchos varones sabios y piadosos, que en este punto pensaban como San Francisco. (Cfr. WADDING-DE LA HAYE, S. Francisci Opuscula, I, Augustae, Veith, 1739, p. 8; Acta Sancto– runz, t. II, octob., p. 998 ss.) Y así fué hasta que la Iglesia declaró que se respondía mejor al deseo del divino Salvador celebrando diariamente y con fervor el Santo Sacrificio, que no absteniéndose de celebrar por humildad. (BENED. XIV, De Sacrificio Missae, sect. 2, § 9 ss.) Como es sabido, el mismo San Buenaventura, el heredero del espíritu del Seráfico Patriarca, permaneció por muchos días alejado del altar, porque "se tenía por indigno de recibir la Sagrada Comunión". (Catalogus Sanctorunz Fratrum Minorum, publicado por el P. LEONARDO LEMMENS, o. F. M., Roma, 1902, 27.) Por otra parte, el mismo San Buenaventura reprende al sacerdote "que deja de celebrar no por respeto sino por negligencia, porque así priva, en cuanto está de su parte, de alabanza y gloria a la Santísima Trinidad, de alegría a los ángeles, de perdón a los pecadores, de gracia a los justos, de alivio a las almas del Purgatorio, de bene– ficios espirituales a la Iglesia de Cristo y a sí mismo de remedios y medicina contra las flaquezas y pecados de cada día." (De praeparatione ad Missam, c. 1, n. 9; Opera, t. VIII, 102.) ( 4 ) "Erat enim frater ille (Benedictus de Pira to) sacerdos sanctus et discretus, qui beato Francisco celebrabat aliquando, ubi iacebat infirmus, quia semper quum poterat volebat habere ve! audire missam quantumcumque esset infirmus." Spec. perf., c. '87. (5) "Fecit etiam scribi hoc evangelistare, ut eo die, quo non posset audire missam occasione infirmitatis vel alio aliquo manifesto impedimento faciebat sibi legi evangelium, quod eo die dicebatur in ecclesia in missa, et hoc con– tinuavit usque ad obitum suum. Dicebat enim: Quum non audio missam, adoro corpus Christi oculis mentís in oratione quemadmodum adoro quum video illud in missa. Audito vel lecto evangelio beatus Franciscus ex maxima reverentia Domini osculabatur semper evangelium." Nota manuscrita de Fr. León en el breviario regalado a él por San Francisco, que aun hoy se conserva en la basílica de Santa Clara, en Asís. SABATIER, Specul. perf., p. 175, nota 2. (6) THoM, CEL., II, n. 201.

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