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LA PIEDAD DE SAN FRANCISCO 423 a que cantasen jubilosos a la santísima Trinidad, diciendo: "Bendi– gamos al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo" ( 143 ). Otra vez les dió este consejo: "A todos los pueblos debéis anunciar y predicar las ala– banzas de Dios para que a todas horas y cada vez que suenen las campanas, todo el pueblo sobre toda la redondez de la tierra ofrezca alabanzas y acciones de gracias al Dios omnipotente" ( 144 ). Y a todos los fieles dirigió un escrito con esta exhortación: "Amemos y adore– mos a Dios y ofrezcámosle alabanzas y oraciones de día y de noche ... ¡Oh, qué cosa más honrada, santa y sublime es tener en el cielo un Padre! ¡Oh, qué santo y consolador y amable es tener en el cielo un esposo! ¡Oh, qué santo y amoroso, agradable y humilde, pacífico y dulce y amable sobre todas las cosas deseable es el tener un her– mano que dió su vida por sus ovejas! ... Y porque él ha sufrido tanto por nosotros y nos ha concedido tantos bienes y nos los concederá en lo venidero, toda criatura que existe en el cielo y en la tierra y en el mar y en los abismos, dé alabanza, gloria, honor y loores a Dios; pues Él es nuestra fuerza y nuestra fortaleza, Él que solo es bueno, solo altísimo, solo todopoderoso y admirable, glorioso y solo santo, digno de ser alabado y bendecido por los siglos de los siglos. Amén" (145). De este modo hizo de su vida y de la de sus Frailes una oración de alabanza. Con tanta más razón puede asegurarse esto de sus prác– ticas de piedad propiamente dichas, las cuales, como se desprende de lo que llevamos expuesto, tenían por objeto la alabanza de Dios tanto como el amor de Dios ( 146 ). Pero no contento con eso, quiso encua– drar, por decirlo así, todas sus prácticas religiosas con oraciones expre– samente compuestas por él, las cuales son en el pleno sentido de la palabra cantos de alabanza a Dios (Laudes Dei) y así fueron llamados también por él. Al comenzar cada hora de los tres oficios, que cada día acostum– braba rezar; a saber, el oficio eclesiástico, el oficio de la Virgen y el oficio de la Pasión, decía primero las «Laudes Dei», que son del tenor siguiente (14 7): "Santo, santo, sa::ito es el Señor, Dios Todopoderoso, que era, que ( 14 3) "Per ipsum (fratrem Martinum de Bartona) scripsit beatus Franciscus propria manu litteram, sub divo in pluvia non madefactus, ministro, et fra– tribus Franciae, ut visis litteris iubilarent laudes Deo Trinitati dicentes: Bene– dicamus Patrem et Filium cum Sancto Spiritu." EccLESTON, coll. VI, p. 40. (1 4 4) Epist. ad omnes eustodes, Opuse., ed. LEMMENs, 114; BoEHMER, 64·. ( 14 5) Epist. ad omnes fideles, Opuse., ed. LEMMENs, 90, 94 s.; BoEHMER, 51, 54. (146) Cfr. supra, p. 421. ( 14 7) Opuse., LEMMENs, 119, 126; BoEHMER, 66 s., 107.
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