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LA PIEDAD DE SAN FRANCISCO 405 y Señor nuestro Jesucristo y el Espíritu Santo Consolador por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya. "Y a todos los que quieran servir a Dios nuestro Señor en la santa Iglesia católica y apostólisa, a todos los órdenes eclesiást:.cos, sacerdo– tes, diáconos, subdiáconos, acólitos, •exorcistas, lectores, ostiarios y a todos los clérigos, a todos los religiosos y religiosas, a tcdos los niños y pequeñuelos, pobres y menesterosos, reyes y príncipes, trabajadores y labradores, sirvientes y amos, a todas las doncellas, a todos los sol– teros y casados, a todos los legos, hombres y mujeres., a los niños pequeños, a los ¡:_dolescentes, jóvenes y ancianos, sanos y enfermos, a todos los grandes y pequeños y a todos los pueblos, nzas, tribus y lenguas, a todas las naciones y a todos los hombres de todo el mundo, que existen y han de existir, rogamos humildemente y su:?licamos nos– otros los Frailes Menores, siervos inútiles, que todos pe1-severemos en la verdadera fe y penitencia, porque de otro modo nadie puede sal– varse. De todo corazón y con toda el alma, con toda :.a mente, con toda la virtud y fortaleza, con todo el entendimiento y con todas las fuerzas, con todo empeño, con todo afecto, con todas las entrañas, con todos los deseos y voluntades amemos todos a Dios c.uestro Señor, que a todos nosotros ha dado y da todo el cuerpo, teda el alma y toda la vida, que nos ha creado y redimido y nos ha de salvar por sola su misericordia, que nos ha dado y da todo bien a nosotros, miserables y desgraciados, poqridos y hediondos, ingratos y malos. "Por eso nada más deseemos, nada más queramos, na:la nos agrade y deleite sino nuestro Creador y Redentor y Salvador, sólo Dios ver– dadero, que es el bien completo, el bien entero, todo bi-.cn, verdadero y sumo bien, que solo es bueno, piadoso y benigno, suave y dulce, que solo es santo, justo, verdadero y recto, que solo es manso, ino– cente y puro, de quien, por quien y en quien está todo el perdón, toda la gracia, toda la gloria de todos los penitentes y justos, de todos los bienaventuradcs, que gozan en los cielos. Así, p-.ies, nada nos impida, nada nos aparte, nada nos separe. En todas partes, en todo lugar, a toda hora y a todo tiempo, todos los días y continuamente creamos todos nosotros verdadera y humildemente y guardemos en nuestro corazón y amemos, honremos, adoremos, sirva:nos, alabemos y bendigamos, glorifiquemos y ensalcemos, cngrandezc:imos y demos gracias al sumo y altísimo Dios eterno, Trinidad y Unidad, Padre e Hijo y Espíritu Srnto, Creador de todas las cosas, Salv-ador de todos los que creen y esperan en Él y le aman, que es sin principio ni fin, inmutable, invisible, inenarrable, inefable, incomprensible, inescrutable, bendito, loable, glorioso, sobreensalzado, sublime, excelso, suave, ama– ble, deleitable y todo deseable sobre todas las cosas por los siglos de los siglos. Gloria al Padre y al Fiijo y al Espíritu Sarr.:o. Como era

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