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354 LOS IDEALES DE SAN FRANCISCO DE ASÍS A medida que la predicación franciscana de penitencia iba exten– diéndose a todo el terreno de la doctrina dogmática y moral de la Igle– sia, iba también acercándose cada vez más estrechamente al método en– tonces usado. Mas con todo los franciscanos supieron en gran parte conservar el sello de sencillez, naturalidad y popularidad aun en el tiempo en que la forma de predicación dialéctica estaba ya casi gene– ralmente en auge. Rogerio Bacón fustiga a los predicadores "porfiria– nos" en una forma tal ( 127 ), que da bien a entender que él y otros muchos entre los religiosos de su Orden comprendían muy bien y abri– gaban un gran entusiasmo por la genuina oratoria popular. Aun aquellos Franciscanos que se dejaban arrastrar sobradamente por el hechizo de la forma escolástico-dialéctica, ·emplearon un tono mucho más popular y por lo mismo ejercieron en las masas un influjo mucho más poderoso que los Dominicos u otros predicadores ( 128 ). En especial Fray Bertoldo de Ratisbona supo sacar partido de las ven– tajas de la erudición escolástica sin perjuicio de la verdadera oratoria, desenvolver la elocuencia popular eclesiástica hasta su más alto des– arrollo y de esa manera pudo producir, en frase de Bacón, casi mayores bienes que todos los demás Franciscanos y Dominicos juntos (1 29 ). En San Francisco era también popular, en el mejor sentido de la pala– bra, la manerra de pronunciar los sermones y su accionado, lo mismo que era la manera de componerlos. Sabemos que salía a predicar can– tando como trovador de Dios con voz clara y sonora canciones caba– llerescas, alabando la bondad del Altísimo ( 130 ). Amor de Dios y entu– siasmo por Dios eran la atmósfera espiritual en que el Santo vivía de continuo y de la cual sacaba sus sermones. La no interrumpida presen– cia de Dios y la continua meditación de las cosas divinas eran causa de que pudiera predicar sin mucho discurrir los sermones más arreba– tadores, siéndole más bien perjudicial que provechosa la preparación inmediata. Si alguna rara vez componía con cuidado un sermón, ocu- (121) Véase la nota 118. (128) LECOY DE LA MARCHE, autor competentísimo, juzga sobre esto del si– guiente modo (La chaire fran9aise au Moyen-Age, 140): "Los Frailes Menores siguieron en el siglo XIII el mismo camino que los Frailes Predicadores. Pero con todo, puede asegurarse que su predicación conservó siempre un tono más popular... Aún cuando caen bajo el dominio de la Escolástica, su lenguaje tiene más sencillez; ejerce mayor acción sobre las masas. Al menos esto dan a entender la naturaleza de sus éxitos y las relaciones de los contemporáneos." (129) "Sed licet vulgus praedicantium sic utatur (se refiere a la predicación dialéctica de los sabios), tamen aliqui modum alium habentes infinitam faciunt utilitatem, ut est frater Bertholdus Alemanus, qui solus plus facit de utilitate mag– nifica in praedicatione, quam fere omnes alii fratres ordinis utriusque." RoGERI BACONis Opus. tertium, c. 75, p. 310. (130) " ••• alta et clara voce laudes gallice cantans benedicebat et glorificabat Altissimi bonitatem." Tres Soc., n. 33.

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