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350 LOS IDEALES DE SAN FRANCISCO DE ASÍS destinados para domingos, para las fiestas del Señor y de los Santos, para diversas circunstancias y estados, deben ser calificados como ser– mones morales profundizados y fundamentados por medio del dogma. Es chocante la frecuencia con que en ellos ataca las herejías de su tiempo ( 113 ). En consideración a las agitaciones promovidas por los herejes y a las necesidades de sus oyentes solía deslizar, a ser posible en todos sus sermones, sobre todo durante los oficios divinos de la mañana, instrucciones acerca de la fe ( 114 ). Además existen de él ser– mones propiamente dogmáticos, en especial sobre los sacramentos. Pero aun éstos (y nada digamos de sus sermones morales) no son meramente doctrinales; siempre y en todas partes se echa de ver la aplicación a la vida, a la práctica, a los desórdenes morales, de que adolecía el mundo de entonces. Por eso ya Rogerio Bacón lo propone como modelo no igualado del orador popular franciscano ( 115 ). Pero Bacón al emitir ese juicio, no piensa sólo en el contenido prác– tico, sino tal vez más en el método genuinamente popular de los ser– mones de Bertoldo, en oposición a la pesada manera de predicar de muchos contemporáneos. Hasta el siglo XI los predicadores se contentaban con exponer y apli– car la sagrada Escritura, imitando las homilías de los Santos Padres. Mas a medida que iba predominando la Escolástica, esta forma de predi– cación fué haciéndose cada vez más rara. Verdad es que la sagrada Escritura continuó siendo la fuente principal, de donde tomaban tanto la elocuencia sagrada como la teología científica, pues según expresa– mente hacía constar San Anselmo de Cantorbery (t 1109) "el Padre de la Escolástica": "Nada predicamos que sea útil y conducente a la salud espiritual, si lo que enseñamos no está sacado de la sagrada Escri– tura, frcundada por el Espíritu Santo, o no está contenido en ella."( 116 ). A pesar de los progresos de la especulación esa persuasión se puso de relieve aún con más claridad en todas las escuelas durante los siglos (113) Véase el excelente estudio de ANTON ScHóNBACH, Das Wirken Bertholds gegen die K.etzer (Studien zur Geschichte der altdeutschen Predigt, 3 Stück) en Sitzungsberichte der Kaiser!. Akademie der Wissenscbaften in Wien, phil.– hist. K.lasse, t. 147, Viena, 1904. (114) Lamenta vivamente el que muchos predicadores sólo prediquen la mo– ral. "Scio plurimos minus curare aliqua de fide in sermonibus proponere, sed pro communi utilitate nihil utilius iudico in pracdicationc, quam qua5i 5emper aliqua de fide inserere, maxime in mane, ut ardentius cordibus imprimatur. Nimis enim heu haeretici nunc latenter multiplicantur et fervor fidei etiam in cordibus fidelium nimis debilitatur." Así habla Bertoldo en un sermón sobre la fe ( de fide), en ScHÓNBACH, l. c., 12; cfr. 29. (115) RoGERI BACON1s Co111pendiu1n studii philosophiae, c. 5, ed. BREWER, Londres, 1859, 427. (116) S. ANSELMI CANT. De concordia praescientiae Dei cum libero arbitrio, 9, 3, c. 6; MIGNE, Pat. lat., 158, 528.
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