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EL APOSTOLADO FRANCISCANO 349 dos órdenes Mendicantes, diciendo: "Éstos son los que combatiendo a los enemigos del alma con el escudo de la fe, con h coraza de la justicia, con la espada del espíritu, con el yelmo de la salvación y con la lanza de la perseverancia procuran que todos los católicos vayan aumentando en la fe, esperanza y caridad, que a los infieles esté abierto el camino de la verdad y desaparezca el error de la herética maldad" ( 11 º). Según esto podemos formarnos una idea bastante exacta sobre el contenido de la predicación franciscana. En un principio se limitaba ésta a la penitencia, es decir, los Frailes tanto en sus exhortaciones como en la predicación propiamente dicha incitaban sencillamente al pueblo a convertirse y cambiar de vida. En años postericres fué permi– tido a los Frailes capacitados para ello predicar también la sagrada Escritura, es decir, explicar toda la doctrina de la revelación tanto en su parte moral como dogmática tomando por fundamento el texto inspirado. Cuando no hablaban a infieles o herejes, sino 21 pueblo cató– lico, preferían aún más tarde las verdades morales o prácticas, o sea la predicación moral profundizada por medio del dogma, y aun cuando dirigían sermones dogmáticos, propiamente dichos, no se olvidaban de que eran ante todo predicadores de penitencia, llamados para edificar, elevar, conmover y convertir a las masas. Este carácter presentan generalmente los sermones manuscritos que poseemos de Frailes Menores del siglo xm ( 111 ) y en especial del mayor de ellos, Fray Bertoldo de Ratisbona. La mayor parte de los sermones de Bertoldo ( 112 ), igual que estén verbi Dei." Bula Quoniam abundavit del 6 de abril de 1237. Bullar. francísc., I, p. 214, n. 224. (110) "Hi sunt, qui hostes animae per sc-.itum iustitiae, gladium spiritus, salutis galeam, hastam perseverantiae debellantes ootinere satagunt ut catholicis universis fidei, spei et charitatis augmenta proveniant, ac perfidis veritatis via patear, et haereticae pravitatis insania evanescat." Bula Patris aeterni de 9 de abril de 1255. Bull. franc., II, p. 29 s., n. 39. (111) Son mucho más numerosos de lo que se podría pensar. LEOOY DE LA MARCHE (La cbaire fran9aise au Moyen Áge, specialement au XIII siecle, 2~ ed., París, 1886, 495-531) cita los nombres de unos cincuenta predicadores francis– canos del siglo xm, cuyos sermones manuscritos se conservan en la Bibliotbeque Nationale, de París. Cfr. los sermones de SAN BUENAVENTURA (Opera, VIII, 23-731), y ADOLPH FRANZ, Dre.i deutscbe Minoritenprediger aus dem 13 und 14 Jabrbundert, Friburgo de Brisgovia, 1907. En cuanto a los sermones, que hl'in sido publicados bajo el nombre de S. ANrnNIO DE PADUA, ante wdo habrá que examinar su autenticidad, y sólo entonces podrá formarse juicio sobre ellos. LEÓN DE KERVAL (S. Antonii Vitae duae, París, 1904) cita varias ediciones de los mismos. ( 112 ) Para emitir este juicio nos apoyamos no tanto en los sermones ale– manes, que han sido publicados bajo el nombre de Bertoldo, como en los ser– mones latinos, que son mucho más numerosos y proceden ciertamente de él.