BCCCAP00000000000000000000714
342 LOS IDEALES DE SAN FRANCISCO DE ASÍS berto de Romans resume toda la perfección de los Minoritas bajo este concepto: "Penitencia" ( 68 ). Como según esto la vida de los Frailes Menores se llama y es vida de penitencia, pudiera creerse que la predicación de penitencia era esencialmente un medio de propaganda para extender esa Orden, que lo que ante todo buscaban los Frailes en su predicación era exhortar a los. oyentes a que abrazaran la misma vocación ascética y entraran en la nueva Orden. Realmente esto venía a ser la predicaci6n de peni– tencia de los Frailes Menores. En eso precisamente encuentra el Cardenal Jacobo de Vitry el fin próximo y el éxito decisivo de estos predicadores; ponen todo el em– peño imaginable en apartar las almas de sus prójimos de las vanidades mundanas y en ganarlas para sí, lo cual efectivamente logran en grande escala ( 69 ). Tomás de Celano y la leyenda de los Tres Compañeros hablan aún con más precisión sobre el particular. Las gentes que habían acudido a oírles, seguían en tropel a los Frailes a sus eremitorios (7º). Las mujeres, que no podían asociarse a los Frailes, imitaron su "vida de penitencia" en conventos bajo la dirección de Santa Clara; otras personas, obligadas por circunstancias de su profesión y de familia, se quedaban en el mundo "haciendo penitencia" en él ( 71 ). Según esto en un principio las tres órdenes de San Francisco fueron consideradas como órdenes de penitencia, como movimiento de penitencia. "Pre– dicar penitencia" significaría en su más estricto sentido: convertir al mundo, induciéndolo a ingresar en una de las tres órdenes francis– canas y con eso a abrazar la vida evangélica en la forma que Fran– cisco había prescrito a su Instituto ( 72 ). (68) "Fratres Minores monendi sunt... ut exemplum poenitentiae quod mundo ostendunt, non maculent aliqua nota in eis reprehensibili, ut sic imma– culatum servitium eorum sit aptius exemplar." HuMBERT. DE RoMANs: De eru– ditione praedicatorunz, lib. II, tract. 2, c. 26. Max. Biblioth. PP. 25, 468. (69) lAc. VITRIACENCis, Epist. data, 16 octubre 1216, en BoEHMER, 98, n. 8. (7ü) THoM. CEL.. I, n. 37; Tres Soc.j n. 54. (71) Más arriba (pp. 29-30) se encuentran las pruebas de que tanto la segunda como la tercera Orden de San Francisco fueron designadas como órdenes de penitencia. Sin embargo, este título se reservó oficialmente para los Terciarios. Por lo demás, también la vida religiosa, tanto la eremítica como la monástica, era llamada sencillamente "vida de penitencia" y "estado de peni– tencia" Así, JORDÁN DE G1AN0 cuando refiere cómo Francisco se presentó como ermitaño, dice: "Franciscus vir negotiator ... in habitu eremítico modum poeni– tentiae est aggressus." RuPERTo DE DEuTz (De vita vere apostolica, lib. I, cap. 8, MIGNE, Pat. lat. 170, 616), hablando de la esencia del monaquismo hace notar: "Monachi... vitam noscuntur poenitentium agere." Y después añade (ibíd., 633) que "no solamente los monjes, sino también los Patriarcas, Profetas, Apóstoles y todos los santos han llevado una vida de penitencia." (72) Cfr. supra el capítulo primero.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz