BCCCAP00000000000000000000714

XV. EL APOSTOLADO FRANCISCANO TA acción de paz no es más que una parte del extenso programa del L apostolado franciscano. Éste tomó en la. vida del santo Fundador un lugar tan prominente, que le ha merecido el título honorífico de "Francisco, varón apostólico". Así le llamaban ya sus primeros discí– pulos (1); con ese nombre lo ha glorificado siempre la Iglesia misma (2) y así continúa viviendo en el agradecido recuerdo de los siglos todos. Nosotros, hombres del siglo XX, tal vez no encontramos nada de extra– ordinario en esta distinción; pero para los contemporáneos de San Fran– cisco era cosa nunca oída el que un fundador y sus discípulos se con– sagraran al apostolado. Decimos: Al apostolado en el sentido propio de la palabra. No se trataba simplemente de una participación en el ordinario cuidado de las almas, o por mejor decir, no se trataba en absoluto de eso. Fran– cisco muy lejos de dejarse atar a un lugar determinado o de obligarse a una prebenda particular, quería a imitación de los Apóstoles que la Orden fundada por él tuviera a todo el mundo por su campo de acción y que en este campo se dedicara tanto al mejoramiento de los fieles como a la conversión de los infieles. Esto entendía él por actividad apostólica y esto era esencial a la vida apostólica, tal como él la entendía. I. Verdad es que también los antiguos monjes profesaban la vida apostólica; pero con eso querían decir únicamente, que el monje a ej-emplo de los Apóstoles está obligado a observar no sólo los preceptos sino también los consejos del Evangelio ( 3 ). Jamás pensaron que el monje a semejanza de los apóstoles estaba obligado a obrar al exterior, a dedicarse al apostolado propiamente dicho. únicamente San Colum– bano abrazó la vocación de misionero ( 4 ), aunque en su Regla nada se (1) "Apostolícus vir Franciscus." Tres Soc., n. 68. (2) El más antiguo oficio litúrgico de San Francisco empieza con estas pala– bras: Franciscus vir catholicus et totus apostolicus ... HrL. FELDER, Die Reimof– fizien auf die hhl. Franziskus und Antonius gedicbtet und komponiert durch Fr. Julian von Speier (t c. 1250), Friburgo (Suiza), 1901, 107. (3) Cfr. supra, p. 29. (4) Vita Columbani Abbatis discipulorumque eius; lib. 1, c. 4, ed. KRuscH, Monum. Germ. bist. Script. Rer. Meroving., t. IV, Hannoverae et Lipsiae, 1902, 70 s. 304

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz