BCCCAP00000000000000000000714
286 LOS IDEALES DE SAN FRANCISCO DE ASÍS es preciso que devolvamos lo ajeno"; a lo que respondió aquel: "Sí, al punto debemos de restituir si hay algo que no sea nuestro." Entonces dijo el Santo: "Restituyamos a esa pobre mujer este manto que de ella hemos recibido prestado, porque nada tiene en su bolsa para sufragar los gastos del médico." "Hermano, respondió el Guar– dián, este manto es mío y nadie nos lo ha prestado; usa de él todo el tiempo que quieras; pero si no quieres tenerlo más, devuélvemelo a mí." Y de hecho el Padre Guardián había comprado poco antes aquel manto para remediar la necesidad de San Francisco. Con todo, éste no quedó tranquilo, sino que replicó amorosamente: "Hermano Guardián, siempre has sido tan complaciente conmigo; muéstrame ahora, te lo suplico, la misma complacencia." Dijo el Guardián: "Bien, Padre, haz lo que te plazca, según te lo inspire el Espíritu." Entonces llamó el Santo a un conocido suyo muy piadoso y le dijo: "Toma este manto y doce panes, y yendo adonde está aquella pobre mujer háblale así: «El pobre mendigo a quien tú has prestado este manto te da las gracias por ese favor; ahora toma de nuevo lo que es tuyo.»" Marchóse aquel a cumplir el encargo; pero la mujer, creyendo que estaban haciendo burla de ella, exclamó encendido el rostro de ira: "Déjame en paz con tu manto; no sé lo que dices." Persistió el hom– bre y le entregó todo. Entonces conoció la mujer que la cosa iba en serio y temiendo no le fuera de nuevo arrebatado lo que tan fácilmente había adquirido, sin pensar en médico y en su curación se puso en camino en mitad de la noche y volvió a casa con su manto ( 53). Si no tenía un manto a su disposición, cambiaba con mucha fre– cuencia su ruda y miserable túnica con el vestido aún más pobre del primer mendigo que encontraba ( 54 ). Otras veces cortaba la parte inferior de su túnica y la daba a un pobre, llegando a veces hasta qui– tarse los paños menores y darlos de la misma manera ( 55 ). Si nada accepimus ipsum donec pauperiorem invenire contigerit... Ego fur esse nolo; pro furto nobis imputaretur, si non daremus magis indigenti... " !bid., n. 87. (53) " ... Frater guardiane, oportet nos reddere alienum... Istum mantellum, quem mutuo accepimus a muliere illa paupercula, restituamus eidem quia nihil est sibi pro expensis in bursa ... Frater guardiane, semper mihi curialis fuisti, modo, precor, curialitatem ostende ... Accipe hunc mantellum et duodecim panes, et vadens sic loquere illi pauperculae mulieri: Pauper horno, cui commodasti man– tellum, gratias tibi agit de mutuatione; sed nunc tolle quod tuum est... " lbíd., n. 92; cfr. n. 196. (54) "Licet tunica vili satis et hispida foret contentus, illam multoties cum aliquo paupere dividere cupiebat." lbíd., I, n. 76. (55) "Semel aliquando, cum a paupere peteretur, nihilque haberet in manibus, gaidam propriae tunicae dissuit et pauperi erogavit. Nonnumquam etiam ob simile opus femoralia traxit." lbíd., II, n. 90.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz