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272 LOS IDEALES DE SAN FRANCISCO DE ASÍS minada, decidles: «¿Por qué pasáis todo el día muertos de hambre y padecéis tantas contrariedades y además lleváis a cabo tantas maldades, que al fin perdéis también vuestra alma, si no os convertís al Señor? Mejor es que sirváis al Señor y él os dará en este mundo todas las cosas necesarias para el cuerpo y un dfa salvará vuestras almas.» En– tonces les inspirará el Señor que se conviertan en vista de la humildad y paciencia que habéis mostrado para con ellos. Los Frailes hicieron todo exactamente tal como Francisco les había encargado, y los ladro– nes por su parte otorgaron y mantuvieron a la letra y puntualmente con la gracia y misericordia de Dios todo lo que los Frailes exigieron de ellos. Más aún, al ver la grande humildad y amabilidad de los Frailes comenzaron ellos también a prestar servicios a los Frailes, tra– yendo en sus hombros leña al eremitorio y por fin algunos de ellos ingresaron en la Orden. Los demás confesaron su pecado e hicieron penitencia de sus maldades, prometiendo en manos de los Frailes que en adelante vivirían de su propio trabajo y que nunca más cometerían una injusticia ( 88 ). (88) Spec. perf ., c. 66.

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