BCCCAP00000000000000000000714
LA FRATERNIDAD FRANCISCANA 259 uno para todos en tanto grado, que no permitían amor privado con menoscabo de toda la familia y cada uno se sacrificaba por su her– mano. Todos estaban dispuestos a dar hasta la vida no sólo por amor de Cristo sino también por amor de su hermano ( 23 ). Cierto día yendo de camino dos Frailes tropezaron con un hombre loco, que comenzó a tirar piedras contra uno de ellos. Entonces el otro corrió velozmente y se puso delante, para que las piedras cayeran sobre él y no sobre su compañero ( 24 ). Castigaban en sí mismos toda falta contra la caridad fraterna, como lo hizo aquel Fraile llamado Fray Bárbaro, el cual habiendo dicho a su compañero una palabra injuriosa, cuando notó que le había ofen– dido, tomó del suelo un puñado de estiércol de asno, se tapó con él la boca y dijo santamente airado contra sí mismo: "Estiércol de asno debe mascar la lengua que ha derramado contra su hermano el veneno de la ira" ( 25 ). Cuando se les escapaba nada más que una palabra de disgusto, no tenían reposo hasta haber confesado y reparado la falta involuntaria. El que había faltado se echaba luego al suelo, confe– sando su culpa y rogaba al ofendido que le pusiera el pie sobre la boca. Y no había excusa que valiera. Si el que quería hacer tal penitencia era un súbdito, hacía que los superiores impusieran ese castigo. Y si el culpable era un superior mandaba al súbdito ofendido que ejecutara el castigo ( 26 ). En general los que más tiernamente promovían esta fraternidad, tal como la había prescrito el Fundador de la Orden, eran precisamente los Superiores. La historia nos refiere muchos conmovedores ejemplos de esta clase, de los cuales sólo queremos recordar alguno. Fray Juan de Pian di Carpine, Provincial ele Alemania, Bohemia, Hungría, Polo– nia y Noruega, "cuidaba y gobernaba a sus Frailes con paz y caridad bant." THOM. DE EccLESTON, col!. V, p. 33. "Quando autem se invicem revi– debant, tanta iucunditate replebantur et gaudio, ac si nihil recordarentur eorum, quae passi fuerant ab iniquis . . . Amore intimo se diligebant, et ser– debant unus alteri, ac nutriebat eum, sicut mater filium unicum et dilectum." Tres. Soc., n. 41. ( 23 ) "Et qui.dem cum cuneta terrena despicerent et se ipsos nunquam amore privato diligerent, totius amoris affectum in communi refundentes, se i;Jsos dare in pretium satagebant, ut fraternae necessitati subvenirent." THOM. CEL. I, n. 39. "Tantum caritatis ardebat in eis, quod facile eis videbatur tra– dere corpora sua morti non solum pro· Christi amore, sed etiam pro salute animae vel corporum suorum fratrum." Tres Soc., n. 41. (24) lbíd., n. 42. (25) THoM. CEL. II, n. 155; Spec. perf., c. 51. (26) Tres Soc., n. 43; THOM. CEL. ibíd., Spec. perf., ibíd.... Los Tres Compañeros dicen expresamente: "ut pedem fratris turbad faceret poni super os suum"; en cambio THoMAS DE CELANO (y el Spec. perf.) 1 dicen: "ut laesi pedem vel inviti beatis osculis demulceret."
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz