BCCCAP00000000000000000000714
258 LOS IDEALES DE SAN FRANCISCO DE ASÍS perjudiciales alabanzas muestran sus rostros pálidos por el ayuno, para aparecer como hombres espirituales que juzgan todas las cosas, sin ser ellos juzgados de nadie. Quieren gozar de opinión de santidad, no de obras de santidad, ser ángeles de nombre, no de virtudes" ( 21 ). Vemos por lo dicho que el ideal de fraternidad, tal como se lo figuraba Francisco, no siempre se realizó. Donde hay hombres, hay flaquezas humanas. Pero si bien en todo tiempo ha habido excep– ciones, sin embargo la familia franciscana como tal se ha distinguido por una íntima fraternidad. Por más que los miembros de esta pode– rosa sociedad procedían de todas las partes de la tierra, llegaron a con– vertirse en un templo del Espíritu Santo, unidos con los lazos del amor. Su cordialidad era indescriptible; cuando vivían juntos, todo era una porfía de amistad y cariño; cada uno estaba cuidadoso de cómo daría gusto a los otros; ninguna privación era capaz de turbar su alegría; únicamente el pensamiento de tener que separarse en lo sucesivo afligía su corazón. Cuando llegaba la hora de la despedida, se sentían inconsolables por tener que estar ausentes aunque fuera por poco tiempo. Con frecuencia acompañaban a gran distancia a los que se marchaban y les despedían con lágrimas en los ojos. Si les ocurría encontrarse en sus viajes, lo mismo que fueran conocidos de antes o que no se conocieran, era para ellos un día de dicha. Saludábanse con el saludo de paz y con el ósculo fraternal, se hacían: alegremente compañía, se abrían mutuamente el corazón, se reían a la vez alegre y modestamente, se repartían el uno con el otro lo que tenían a mano. Cuando la obediencia les hacía volver de nuevo a la casa de la Orden, era verdaderamente como si los hermanos volvieran a encontrarse con los hermanos, o los hijos con sus padres. Se amaban y servían y ali– mentaban unos a otros tan fielmente como podría hacerlo una madre con su hijo único y muy amado ( 22 ). Vivían todos para uno y cada (21) Jbíd., n. 183. (22) "Revera super constantiae fundamentum caritatis nobilis structura su– rrexit, in qua vivi lapides, ex omnibus mundi partibus coacervati, aedificati sunt in habitaculum Spiritus Sancti. O quanto caritatis ardore flagrabant novi Christi discipuli! Quantus in eis piae societatis vigebat amor! Cum enim alicubi pariter convenirent, vel in via, ut moris est sibi invicem obviarent, ibi spiculum spiritalis resultabat amoris, super omnem amorem verae dilectio– nis seminarium spargens. Quid illud? Casti amplexus, suaves affectus, osculum sanctum, dulce colloquium, risus modestus, aspectus iucundus, oculus simplex, animus supplex, lingua placabilis, responsio mollis, ídem propositum, promptum obfi;:quium et indefessa manus . . . Desiderabiliter conveniebant, delectabilius simul erant; sed gravis erat utrinque separatio socialis, amarum divortium, acerba disiunctio." THOM. CEL. I, n. 38 s. "Hoc solummodo suavissimum cordis eorum contristare videbatur affectum, quod ab invicem separari opor– tebat. Unde frequenter usque ad partes remotas fratres recedentes conduce– bant, et effusis abunde in recessu lacrymis affectionis fidem mutuo demonstra-
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz