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244 LOS IDEALES DE SAN FRANCISCO DE ASÍS del maligno enemigo ( 27 ). Solía decir: "Cuando más se regocija el demonio es cuando ha logrado robar la alegría de espíritu al siervo de Dios. Lleva consigo polvos para arrojarlos a la conciencia por cualquier resquicio, por pequeño que sea, que se le deje abierto y así procura empañar el candor de la mente y la pureza de vida. Pero mientras el corazón está lleno de espiritual alegría, en vano trata la serpiente de derramar en él su mortal veneno. Los demonios no pue– den perjudicar al siervo de Cristo si lo ven lleno de santo regocijo. Pero cuando el ánimo está de mal humor, desolado y afligido, fácil– mente es absorbido por la tristeza o se entrega a vanos gozos" ( 28 ). Pero no bastaba al Santo la interior alegría de espíritu, sino que deseaba que los Frailes fueran también alegres en todo su semblante y conducta exterior, siendo en este punto inexorable. Notó en cierta ocasión que un compañero mostraba un rostro abatido y triste, y en– fadado por ello le dijo: "No conviene que el siervo de Dios se mues– tre malhumorado y triste ante los hombres, sino que debe estar siempre de buen humor. Examina tus culpas en tu celda, y llora y gime en la presencia de Dios, pero cuando vuelves a estar con los hermanos, deja la tristeza y sé alegre como los demás" ( 29 ). Y volviéndose a todos los Frailes añadió: "Los enemigos de la salvación de los hombres me tienen mucha envidia, y como a mí no pueden robarme la alegría procuran sin cesar robársela a mis Frailes" ( 30 ). Por eso desde el principio incluyó en el programa de la Orden la alegría en el trato mutuo, pues acordándose de aquella indicación del Evangelio: "no os pongáis tristes como los hipócritas" ( 31 ), escribió ya en la primera Regla de la Orden aquellas palabras: "Guárdense los Frailes de mostrarse al exterior tristes y sombríos como los hipócritas; al contrario, muéstrense gozosos en el Señor y alegres y graciosos, (27) "Tutissimum remedium contra mille inimici insidias ve! astutias laeti– tiam spiritualem sanctus iste affirmabat." THOM. CEL. II, n. 125. (28) "Tune potissimum exsultat diabolus, cum gaudium spiritus servo Dei potest subripere. Pulverem portat, quem quantumlibet parvis aditibus cons– cientiae possit iniicere, mentisque candorem et vitae munditiam sordidare. Sed laetitia spirituali corda replente, in vanum effundit serpens letale venenum. Non possunt daemones offendere Christi famulum, ubi eum viderint sancta iucunditate repletum. Quando vero flebilis est animus, desolatus et moerens, facile ve! absorbetur tristitia ve! ad gaudia vana transmitittur." lbíd. (29) "Non decet servum Dei tristem ve] turbulentum se mostrare hominibus, sed semper honestum. Offensas tuas in tuo cubiculo discute, et coram Deo tuo lacrimare et ingemisce. Cum redis ad fratres, moerore deposito, ceteris conformare." lbíd., n. 128. Cf. Spec. perf., e,, 96. (30) "Multum invident mihi aemuli salutis humanae, et semper conantur quem in me non possunt, in sociis conturbare." lbíd. (31) MAT., VI, 16. Cristo aplica el epíteto de hipócritas a los fariseos.
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