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236 LOS IDEALES DE SAN FRANCISCO DE ASÍS rales, en los cuales le desnudaban al monje la espalda, "según antigua costumbre", y se la deshacían a golpes de azotes ( 77 ). Los mismos Dominicos mantuvieron la costumbre antigua de hacer azotar en pú– blico capítulo y a los pies de cada Fraile al religioso que se había hecho culpable de alguna grave falta ( 78 ). Semejantes ordenaciones son sencillamente inconcebibles en la Regla franciscana; pues tan penetrada está del espíritu de dulzura evangélica. Toda la disciplina penitencial de los Minoritas se reduce a esto: "Sí entre los Frailes, dondequiera que estén, se hallare alguno que quiera andar carnalmente y no espiritualmente, los Frailes con quienes vive, amonéstenlo e instrúyanlo y corríjanlo con humildad y solicitud. Mas si aquél después de la tercera amonestación no quisiera enmendarse, envíenlo lo antes posible a su Ministro y siervo o comuniquen a éste el asunto; y el ministro y siervo haga de él lo que según Dios mejor le pareciere. Y guárdense todos los Frailes, tanto los ministros y sier– vos como los demás, de turbarse o airarse por el pecado o mal ejem– plo de otro, porque el demonio quiere perder a muchos por la falta de uno solo. Al contrario, ayuden espiritualmente lo mejor que pue– dan al que ha pecado, porque no los sanos sino los enfermos nece– sitan de médico" ( 79 ). Ni siquiera para las faltas graves, que traen consigo la expulsión de la Orden, se imponen castigos corpora– les. En tales casos se indica sencillamente al Fraile pecador que deje el hábito, que abandone el claustro y vaya al mundo a hacer peni– tencia ( 8 º). Lo mismo que en este punto de la disciplina penitenciaria, también en las prescripciones referentes a las comidas se apartó Francisco esencial– mente de las órdenes anteriores. Verdad es que él, como los otros fundadores, ordenó que sus Frailes ayunaran la mayor parte del año, (7 7 ) "Statutum est, ne staminiae quae ex more antiquo propter graviora quae– libet fratribus acrius flagellandis scindi solebant et usque ad cingulum violen– ter detrahi, ulterius scinderentur, sed staminia integra manente, verberibus subiiciendus frater ea ex toto exueretur." PETRI VENERABILIS, Statuta Congre– gationis Cluniaeensis, 53; MIGNE, Patr. Lat., t. 189, 1043. (7 8 ) " .•• Denudatus, ut dignam suis meritis accipiat sententiam, vapulet, quantum placuerit praelato... Et si placuerit ei (praelato) denuo vapulet ad pedes singulorum, primo praelati, deinde utriusque !aterís sessorum." Constitu– tiones antiquae ordinis fratrum praedicatorum, I, dist. 23, ed. DENIFLE: Arehiv fiir Litteratur-und Kirehengesehiehte des Mittelalters, I (1885), 208. (79) Regula, I, c. 5. Opuse., ed. LEMMENS, 31; BoEHMER, v. Item, Regula II, c. 7. Opuse., ed. LEMMENs, 69; BoEHMER, 33. (SO) "Si quis fratrum diabolo instigante fornicaretur, habitu ordinis exua– tur, quem ex sua turpi iniquitate amisit, et ex toro deponat et a nostra religione penitus expellatur. Et postea poenitentiam faciat de peccatis suis." Regula I, c. 13. Opuse., ed. LEMMENs, 42; BoEHMER, 13.