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CASTIDAD Y PENITENCIA DE SAN FRANCISCO 231 vino a la ciudad de Asís Otón IV, que el 4 de octubre había recibido en Roma la corona imperial ( 58 ). El camino, que seguía el Emperador, pasaba por junto a la choza de Rivo-Torto, donde al presente moraba Francisco con los suyos. Todo el mundo acudía presuroso a ver al Em– perador germánico con su radiante pompa y su brillante comitiva. Mas Francisco ni siquiera salió a la puerta de su choza ni permitió a ningún Fraile que presenciara el desfile de la corte. Sólo envió allí a un Fraile para que fuera acompañando a la comitiva y recordara sin cesar al Emperador lo pasajero de esta gloria terrena ( 59 ). Por lo demás no había mucha necesidad de exhortarlos a la morti– ficación; ya sólo el ejemplo del santo Patriarca arrastraba a los discípu– los a practicar iguales penitencias ( 60 ). Toda la primitiva escuela fran– ciscana estaba penetrada de un celo tan raro por la penitencia, que cada Fraile tenía por cosa ilícita el permitirse algún consuelo corpo– ral ( 61 ). Ya toda su manera de vida era tan estrecha y rigurosa, que el retórico Buoncompagno de Bolonia, que conoció la Orden en sus primeros años, escribe: "Verdaderamente los Frailes Menores pueden ser contados entre los discípulos del Señor, porque despreciando todos los placeres terrenos mortifican su carne y siguen a Cristo desnudos y cubiertos de cilicios" ( 62 ). Otros testigos oculares sobrecogidos de es– panto al ver esta vida de penitencia decían que sólo santos o locos pueden crucificarse de tal manera ( 63 ). Mas los Frailes no se cuidaban ni de aquel ni de este juicio del mundo y se mantenían firmes en el estrecho y pendiente camino de la penitencia evangélica ( 64 ). ( 58 ) ToMÁs DE CELANO (I, n. 43 s.) está sin duda en un error al afirmar que Otón IV en su ida a Roma pasó por junto a Asís. En realidad eligió desde Faenza la Via Emilia y Flaminia, para dirigirse a Roma. (BoEHMER-F1c1mR, Regest. lmperat., ad a. 1209, p. 96.) En cambio a la vuelta se detuvo en Foligno y Terni (WINKELMANN, Philipp von Schwaben und Otto IV, 2 tom., 214) y por lo tanto tuvo que pasar también por Asís. (59) THoM. CEL. I, n. 43. (60) "Et quidem tantae mortificationis exemplu caeteri ferventissime seque– bantur." lbíd., I, n. 42. ( 61 ) "Sic etiam et tota illa prima schola sua omnibus se subdebat incommo– dis, ut nefas duceretur, si quis in aliquo alio quam in consolatione spiritus respi– raret." lbíd., II, n. 21. ( 62 ) "Fratres Minores vere possunt ínter discípulos Domini computari, quia spernentes saecularia desideria carnem suam macerant et tormentant et Chris– tum nudis pedibus et cilicio induti sequuntur." Rhetorica antiqua en A. E. ScHiiNBACH: Beitriige zur Erkliirung altdeuts cher Dichterwerke, II. Stück, p. 68, en: Sitzungsberichte der Wiener Akademie, phil.-hist. K.lasse, vol. 145 (1902), · Viena, 1903. (63) "Aut propter summam perfectionem Domino adhaeserunt, aut certe insani sunt, quia desperata videtur eorum via, cum parco cibo utantur et nudis pedibus ambulent atque vilissimis vestibus sint induti." Tres Soc., n. 34. (64) "Per viam crucis et semitas iustitiae incedentes de arcta via poenitentiae