BCCCAP00000000000000000000714
LA HUMILDAD I<'RANCISCANA 193 y por el más indigno de los hombres. Las Florecillas nos han conser– vado sobre este particular una confesión del mismo San Francisco, la cual lleva en sí inequívocamente el sello de autenticidad. Estando una vez San Francisco, en el principio de la Orden, con Fray León en un convento donde no había libros para rezar el Oficio divino, cuando llegó la hora de Maitines, dijo San Francisco a Fray León: "Carísimo, no tenemos Breviario con que podamos decir los Maitines, pero a fin de que no pasemos el tiempo sin alabar a Dios, yo diré y tú responderás lo que te proponga, y cuida de que no sufran las palabras alteración de como yo te las enseñé. Yo diré así: "¡Oh Fray Francisco! Tú hiciste tantos males y cometiste tantos pecados en el siglo que eres digno del infierno." Y tú, Fray León, responderás: "Verdaderamente que tú mereces estar en lo más pro– fundo de los infiernos." Y Fray León con sencillez de paloma con– testó: "Así lo haré, Padre; comienza en nombre de Dios." Entonces San Francisco comenzó a decir: "¡Oh Fray Francisco! Tú hiciste tantos males y cometiste tantos pecados en el siglo, que eres digno del infierno." Fray León contestó: "Dios hará por ti tantas obras buenas, que irás al paraíso." Dijo San Francisco: No digas eso, Fray León, sino que al decir yo: "Hermano Francisco, tú has hecho tantas iniquidades contra Dios que eres digno de ser maldecido de Dios", contestarás así: "Verdaderamente eres digno de estar entre los ré– probos." Y Fray León contestó: "Así lo haré, Padre." Entonces San Francisco, con muchas lágrimas, sollozos y golpes de pecho, dijo en alta voz: "¡Oh Señor mío, Dios del cielo y de la tierra! Yo he cometido tantas impiedades y tantos pecados contra Ti, que cierta– mente soy digno de tu reprobación eterna." Y Fray León contestó: "¡Oh Fray Francisco! Dios te hará tal, que entre los benditos serás singularmente bendito." Y San Francisco, maravillándose de que Fray León le contestase lo contrario de lo que le había mandado, se lo reprendió diciendo: "¿Por qué no respondes tú lo que yo te enseño? Te mando por santa obediencia que repitas lo mismo que yo te ense– ñaré. Yo diré así: "¡Oh Fray Francisco! Desdichado, ¿piensas tú que Dios tendrá misericordia de ti después de haber cometido tantos peca– dos contra el Padre de las misericordias y Dios de toda consolación, y que serás digno de alcanzar misericordia?" Tú, Fray León, ovejuela, contestarás: De ningún modo eres digno de alcanzar misericordia." Pero cuando San Francisco dijo: ¡Oh Hermano Francisco! Desdi– chado, etc., Fray León contestó: "Dios Padre cuya misericordia es infinitamente mayor que tu pecado, hará contigo gran misericordia y además te colmará de innumerables gracias." Al oír la respuesta, San Francisco dulcemente enojado y pacientemente turbado dijo a Fray León: "¿Por qué tienes la presunción de obrar contra la obe-
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz