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EL MANTENIMIENTO DE LA VIDA EN LA ORDEN FRANCISCANA 173 la fidelidad para con Dios, a quien pueden servir con áni:no libre, ale– jado de sí todo cuidado temporal ( 142 ). Mas los Frailes, dando buen ejemplo al mundo de esas tres maneras, se hacen en alto grado acree– dores a la limosna ( 143 ). Por lo cual solía decir San Francisco: "Hay un convenio entre el mundo y los Frailes: los Frailes deben dar al mundo el buen ejemplo, y en cambio el mundo les debe; dar a ellos el necesario sustento. Pero si los Frailes se apartan de la pobreza, el mundo se apartará de ellos, y buscarán y no encontrarán. Pero si permanecen fieles a mi Señora Pobreza, el mundo los alimentará, por– que han sido dados al mundo para su salvación" (1 44 ). Pero aún con mucha mayor confianza esperaba Francisco el sustento de la vida para sí y para sus Frailes de la divina Providencia. Y sólo de esta manera se explica el problema de la economía franciscana. La viva fe de Francisco en la divina Providencia: he ahí la solución del problema. El Salvador había puesto toda su vida terrena en manos de la Pro– videncia del Padre celestial y en todas las cosas terrenas veía siempre nuevas manifestaciones de la solicitud de Dios. A sus discípulos había enderezado por el mismo camino de la Providencia y :nuchas veces les había propuesto con energía y con fuerza avasalladora el Evangelio de la confianza en Dios. "¿No se venden cinco gorriones por dos blancas? Pues ninguno de ellos está olvidado delante de Dios. Así que no temáis, pues vosotros valéis más que muchos gorriones. Y aun los cabellos de vuestra cabeza están todos contados ... ( 145 ) Por eso os digo: no estéis afanosos por vuestra vida, qué comeréis, ni por el cuerpo, qué vestiréis. ¿Acaso la vida no es más que el alimento y el cuerpo más que el vestido? Mirad a las aves del cielo, no siembran ni siegan ni recogen en graneros y vuestro Padre celestial las alimenta. Considerad los lirios del campo, cómo crecen. No trabajan ni hilan, y sin embargo, yo os digo que ni Salomón en toda su gloria se vistió como uno de ellos. Y si Dios así viste la hierba, que hoy existe y (142) "Pro Christo, inquam, imitando, quantum ad contemptum sui, affec– tum proximi et cultum Dei. Nam in his tribus potissime dct:emus Christum imitari. Quod quidem facit, qui voluntarie mcndicat pro nomine Christi, ut seipsum vilificet et humiliet, ut proximum suum aedificet et provocet ad pie– tatem, et ut vacet Deo libera mente, deposita omni saeculi sollicitudine." lbíd., 140. (143) lbíd., 141. ( 1 44) "Quantum fratres dcclinabunt a paupertatc, tantum mundus declinabit ab eis, et quaerent et non invenient. Sed si dominam meam paupertatem complexi fucrint, mundus eos nutrict, quia mundo dati sunt ad salutem. Commercium est ínter mundum et fratres: debent ipsi mundo bonum exemplum, debet mundus eis provisionem nccessitatum." THoM. CEL. II, n. 70. (145) Luc., XII, 6; MAT., X, 29 s.

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