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EL MANTENIMIENTO DE LA VIDA EN LA ORDEN FRANCISCANA 159 en un sentido muy superior al que da el trabajo corporal ( 77 ). Más aún, el trabajo intelectual es en absoluto la manera más elevada de ganarse el sustento corporal, porque todo trabajo puramente mecá– nico puede ser pagado condignamente, mientras que el trabajo inte– lectual no puede pagarse ( 78 ). Esto podía decirse del trabajo espiritual de los Frailes Menores tanto más cuanto que ese trabajo en todas sus formas servía a la principal profesión propia de la Orden; al apostolado. Los jóvenes clérigos se dedicaban al estudio con el expreso fin de poder más tarde darse a la predicación (7°). Tan pronto como se mostraban aptos para ella, em– prendían la mayor parte el apostolado práctico y permanecían fieles a él toda su vida. Sólo una proporción menor se dedicaba a la ense– ñanza y a componer obras. Pero la misma enseñanza venía también a ser un apostolado en el más completo sentido de la palabra, porque se dedicaba a la educación de los futuros misioneros y estaba en conti– nuo e íntimo contacto con la predicación, y era una no interrumpida predicación de la palabra de Dios ( 80 ). Lo mismo puede también decirse de .la escritura de libros, según la concepción ideal de toda la Edad Media. "Pues cuantos libros escribimos, nota un religioso con– temporáneo, tantos heraldos de la verdad enviamos por el mundo y, esperamos ser recompensados por el Señor por todos aquellos, que por medio de esos libros han sido curados del error y afianzados en la verdad católica, como también por todos aquellos que han sido com– pungidos de sus pecados y vicios e inflamados en el deseo de la patria celestial" ( 81 ). Así pues toda la actividad intelectual de los religiosos letrados viene a alcanzar su punto culminante en el apostolado. Y precisamente por esto el trabajo intelectual formaba un título de derecho no solamente válido, sino también evangélico al manteni– miento de la vida en la Orden. El Salvador había enviado sus Após– toles a predicar con aquella divisa: "El obrero es digno de su sala- ralis exercitatio fmctuosior." lbíd., 165. "Labor sapientiae simpliciter melior est corporeo labore." S. BoNAV., Expositio Regulae, c. 5, n. 4; Opera, VIII, 420. ( 77 ) "Si enim corporalia faciendo mcretur quis sustcntamentum, multo for– tius spiritualia opera impendcndo, quae corporalibus operibus merito praefe– runtur." S. BoNAv., De perf. evang., ibíd., 145. ( 78 ) "Modus autcm laudabilissimus corpori neccssaria acquir'endi est in prae– dicationis et doctrinae laboribus cxerceri. Labor enim mechanicus condignc certo pretio compensatur, non autcm cst digna compensatio reccptio corpo– ralium spiritualia seminanti." S. BoNAV., Expositio Regulae, c. 5, n. 2. Ibíd., 4:0. ( 70 ) FELDER, Gescbicbte der qvissenscbaftlicben Studien, 348 ss. (trad. fran– cesa, 361 s.). ( 80 ) Véase FELDER, l. c., p. 349 ss. (tra¿, francesa, 362 ss.). ( 81 ) GuIGo, Statuta Ordinis Cartbusiensis, c. 28, ed. HoLSTENIUs, Codex Re– gularum, II, 322.

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