BCCCAP00000000000000000000714
152 LOS IDEALES DE SAN FRANCISCO DE ASÍS preocupaban lo más mínimo por el albergue para la noche. Con fre– cuencia no encontraban posada y pasaban la noche en hornos o grutas o cavernas. Mas de día los que sabían trabajar, trabajaban en las le– proserías u otros lugares, sirviendo a todos humilde y devotamente. Nunca querían admitir una ocupación de donde pudiera nacer es– cándalo, sino que siempre hacían trabajos santos y justos, honestos y útiles" ( 47 ). Pero la vida del Beato Fray Gil es quien más por menudo nos ins– truye sobre la manera de trabajar de los primeros Franciscanos. A donde quiera que vaya Fray Gil con su compañero, busca luego pro– porción de trabajar. Se contrata como jornalero, pero de modo que siempre se reserva algunas horas libres para hacer sus prácticas de piedad y en especial para rezar las horas canónicas ( 48 ). En el trabajo siempre era alegre y diligente ( 49 ). Recibía con gusto cualquier ocupación, por baja que fuera, con tal que fuera honesta ( 5 º). En Fabriano, en la Marca de Ancona, a donde había sido enviado por San Francisco en 1214, se ocupó en hacer armarios para guardar vasos, en tejer cestas y envolturas para botellas. Después las llevaba a la ciudad con su compañero; y allí las vendía recibiendo como precio de la venta Jo que necesitaban para su alimen– tación y vestido. Con su diligente trabajo llegó a ganar tanto que pudo vestir también a otros Frailes más pobres ( 51 ). Un año después fué a Palestina en peregrinación. Como en Brindis tuviera que aguardar algún tiempo a la nave, se proporcionó un cántaro, traía agua a la ciudad e iba gritando: "¿Quién quiere comprar agua?" Como precio recibía el sustento necesario para sí y para su compañero. También al otro lado del mar, en Tierra Santa, procuró vivir del trabajo de sus manos. En la ciudad de Akkon se dedicó a tejer cestas de mimbres, llevar los cadáveres al cementerio y hacer de aguador. Si no encon– traba ningún trabajo, vivía de limosna, que pedía de puerta en puerta ( 52 ). Cuando vivía en Roma, solía ir todas las mañanas, después de oír civitates in diversis hospitiis sirnul commorantur, nihil accipiunt, sed de la– bore manuum vivunt." (47) THoM. CEL. I, n. 39 s. (48) "Raro autem alicui pro tota die se obligabat, ut posset opponuno tem– pore orationi vacare. Si quando autem pro tota die se obligabat, semper re– servabat sibi ut posset dicere horas suas." Vita fr. Aegedii, Anal. franc. III, 82. (49) "Omnia autem laboriosa, quac operabatur, voluntarie semper et ala- criter faciebat." lbíd., 84. (50) "Nullum laboritium quantumlibet vile vcrecundabatur facere, dum– modo illud honeste agcre possct." lbíd., 82. (51) Ibíd., 79. (52) lbíd., 77.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz